Estados Unidos realiza ataque a barco en el Caribe en medio de escalada de tensiones con Venezuela


El presidente Donald Trump ha confirmado que Estados Unidos llevó a cabo un ataque a un barco en el Mar Caribe esta semana, aumentando las tensiones con Venezuela. Durante una reunión en la Oficina Oval con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, Trump respondió preguntas de los medios sobre el ataque y los informes de los sobrevivientes.

En sus declaraciones, Trump describió el objetivo como un submarino de contrabando de drogas, afirmando: “Atacamos un submarino, y era un submarino que transportaba drogas construido específicamente para transportar cantidades masivas de drogas”. Sin embargo, no proporcionó ninguna prueba sobre el funcionamiento o el contenido del barco. Trump enfatizó su creencia de que las personas involucradas no eran inofensivas y dijo: «No conozco a tanta gente que tenga submarinos».

Reuters fue el primero en informar del ataque, que marcó la aparición de supervivientes desde que Estados Unidos comenzó su campaña de bombardeos en el Caribe el 2 de septiembre. Dos supervivientes fueron detenidos, según un funcionario del Ministerio de Defensa que habló bajo condición de anonimato, aunque los detalles sobre su posible procesamiento o su salud siguen sin estar claros. Los informes indican que otras dos personas murieron en el ataque.

El secretario de Estado, Marco Rubio, que asistió a la reunión, declinó hacer comentarios sobre los sobrevivientes, pero defendió las operaciones militares como esfuerzos necesarios para combatir el tráfico ilegal de drogas. Calificó específicamente a los perpetradores de “narcoterroristas”, subrayando la narrativa del gobierno de que los ataques tienen un propósito más amplio.

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La administración Trump ha reconocido hasta ahora cinco acciones militares, que resultaron en al menos 28 muertes. Sin embargo, el gobierno no ha verificado públicamente las identidades de los muertos; El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha sugerido que entre las víctimas también podrían incluirse ciudadanos colombianos. Una familia de Trinidad y Tobago también afirmó que cree que un pariente estaba entre los que murieron.

En un acontecimiento importante, Venezuela ha solicitado la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para declarar ilegales los ataques estadounidenses. Los expertos legales sostienen que estas acciones probablemente violan el derecho estadounidense e internacional, ya que los narcotraficantes no están clasificados como combatientes en una situación militar.

En la misma reunión, Trump pareció confirmar que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, había hecho concesiones para aliviar las tensiones con Estados Unidos. En respuesta a la solicitud de un periodista, Trump dijo: «Ha ofrecido todo. Tienes razón. ¿Sabes por qué? Porque no quiere meterse con Estados Unidos». La controvertida relación de Trump con Maduro se remonta a la campaña de «máxima presión» de su administración.

Después de regresar al poder para un segundo mandato en enero, Trump había mantenido un diálogo limitado con el gobierno de Maduro, incluso enviando al enviado especial Richard Grenell a Caracas para discutir sobre la repatriación de migrantes y la liberación de ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, el gobierno anunció recientemente la suspensión de las actividades diplomáticas de Grenell.

Trump también ha intensificado su retórica sobre Venezuela, aumentando la recompensa por la captura de Maduro a 50 millones de dólares y retratando la situación como una «invasión» que involucra a migrantes violentos y narcotraficantes. Esta narrativa respalda sus esfuerzos por invocar poderes ejecutivos ampliados, incluidos poderes en tiempos de guerra arraigados en legislación histórica. A pesar de tales afirmaciones, un informe del Consejo Nacional de Inteligencia de abril pareció refutar las afirmaciones de coordinación entre las pandillas locales y el gobierno de Maduro.

Los críticos advierten que estas crecientes afirmaciones podrían servir como precursores de operaciones militares destinadas a desestabilizar al gobierno de Maduro. Al mismo tiempo, tanto Estados Unidos como Venezuela han aumentado su presencia militar en las cercanías del Caribe y, según se informa, Trump ha autorizado a la CIA a lanzar operaciones encubiertas en Venezuela, un país no ampliamente reconocido como una fuente importante de tráfico mundial de drogas.



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