La OTAN y la Unión Europea están intensificando sus esfuerzos para mejorar las defensas contra los drones en respuesta a la creciente amenaza de Rusia, especialmente después de una serie de alarmantes ataques aéreos. Esto ha provocado discusiones urgentes entre funcionarios europeos, especialmente después de incidentes de alto perfil en Polonia y Estonia que expusieron vulnerabilidades en las estrategias de defensa del continente.
A la luz de estas preocupaciones, la OTAN ha iniciado una nueva misión y ha reforzado su presencia militar a lo largo de sus fronteras orientales. La alianza está estudiando activamente las experiencias de Ucrania con la guerra con drones para comprender mejor y contrarrestar las amenazas aéreas de Moscú. El secretario general Mark Rutte reveló que la OTAN está probando actualmente “sistemas integrados que nos ayudarán a detectar, rastrear y neutralizar amenazas aéreas”, destinados específicamente a su despliegue a lo largo del flanco oriental.
Mientras tanto, la Unión Europea está considerando la creación de un ‘muro de drones’ como parte de su respuesta estratégica. Durante discusiones recientes, funcionarios de la UE esbozaron una hoja de ruta destinada a obtener la aprobación en una próxima cumbre de líderes. La UE pretende que la iniciativa de drones esté operativa para finales de 2027, aunque algunos Estados miembros han expresado su preocupación por posibles superposiciones con los esfuerzos de la OTAN.
La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, enfatizó la naturaleza colaborativa de esta iniciativa y dijo: «No estamos duplicando el trabajo que hace la OTAN; de hecho, nos estamos complementando unos a otros». Inicialmente destinada a mejorar la defensa de los países de la UE a lo largo de la frontera oriental, el alcance de la iniciativa de drones se ha ampliado a la luz de informes inquietantes sobre misteriosas actividades de drones que afectan a países más al oeste. Kallas reiteró que la amenaza es generalizada y señaló: “Concierne a todos los Estados miembros, no sólo a los del flanco oriental”.
Además de estas medidas defensivas, la OTAN se está centrando en fortalecer la continua resistencia de Ucrania a la agresión rusa. Rutte dijo que unos 10 países más de la OTAN se han comprometido con un programa estadounidense diseñado para financiar armas estadounidenses para Ucrania. El Secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, instó a más países a aumentar sus contribuciones, afirmando: «Ahora es el momento de que todos los países de la OTAN pongan las palabras en acción. No hay gorrones».
A medida que Estados Unidos se acerca a Kiev, crece la frustración del presidente Trump con el presidente ruso Vladimir Putin por los retrasos en las negociaciones de paz. En una sesión informativa reciente, Hegseth advirtió que si no surge un camino hacia la paz en el corto plazo, Estados Unidos y sus aliados tomarían las medidas necesarias para imponer costos a Rusia por su continua agresión. Aseguró que los mecanismos de defensa estadounidenses están preparados para acciones únicas y hechas a la medida.
Además, se están llevando a cabo discusiones sobre la posible entrega de misiles Tomahawk de largo alcance a Ucrania, una medida contra la cual el Kremlin ha advertido. La perspectiva de permitir que Ucrania ataque profundamente en territorio ruso podría servir como palanca para alentar a Putin a negociar.
El ministro de Defensa ucraniano, Denys Shmygal, expresó optimismo de que los compromisos totales bajo la iniciativa estadounidense podrían alcanzar entre 12 mil millones y 20 mil millones de dólares en el próximo año, con un objetivo más amplio de asegurar alrededor de 60 mil millones de dólares en apoyo militar de aliados internacionales para 2026. En una señal de cooperación continua para contrarrestar la agresión rusa, Trump se reunirá con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en la Casa Blanca este viernes. Reforzar el compromiso de aumentar el apoyo a Ucrania.