En medio del actual cierre del gobierno federal, el presidente republicano Mike Johnson indicó el lunes que la situación podría extenderse hasta convertirse en el cierre más largo en la historia de Estados Unidos. Al dirigirse a los periodistas frente al Capitolio en el decimotercer día del cierre, Johnson enfatizó su renuencia a entablar negociaciones con los demócratas hasta que pongan fin a sus demandas de atención médica y reabran el gobierno.
El cierre ha causado perturbaciones significativas en todo el país, deteniendo operaciones gubernamentales de rutina, cerrando importantes instituciones culturales como los museos Smithsonian y provocando interrupciones de vuelos en los aeropuertos, lo que se suma a la incertidumbre que ya plaga la economía. Los comentarios de Johnson se produjeron cuando la Cámara de Representantes se mantuvo al margen de la sesión legislativa, creando un estancamiento en el Congreso. Aunque el Senado volverá a trabajar después de un feriado federal, los demócratas continúan presionando para obtener subsidios para la atención médica, lo que complica cualquier posible solución.
Un foco principal del cierre es el debate sobre la política de atención médica, en particular la expiración de los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA, por sus siglas en inglés) que afectan a millones de estadounidenses que dependen de la asistencia del gobierno para su seguro médico. Los demócratas han presionado para ampliar estos subsidios, mientras que los republicanos sostienen que la cuestión se puede abordar más adelante.
Sin un final claro a la vista, muchos observadores esperan que finales de octubre pueda servir como fecha límite crucial para la reapertura del gobierno, coincidiendo con el inicio de la inscripción abierta para los planes de atención médica el 1 de noviembre. No renovar los pagos de subsidios podría dar lugar a aumentos significativos en las primas de seguros, y las estimaciones sugieren que los costos podrían duplicarse si el Congreso no actúa antes de finales de diciembre. Este posible aumento afectaría no sólo a los estadounidenses comunes, sino también a los trabajadores gubernamentales que dependen de cheques de pago regulares.
Johnson expresó su gratitud al expresidente Donald Trump por garantizar que los miembros del servicio reciban su salario, aliviando parte de la presión sobre las negociaciones. Sin embargo, el cierre ya ha provocado despidos masivos, y miles de trabajadores federales se enfrentan a despidos, una medida que muchos interpretan como una estrategia para remodelar el gobierno tras el cierre.
El último gran cierre del gobierno, que duró 35 días, ocurrió durante la presidencia de Trump, cuando exigió fondos para un muro fronterizo entre Estados Unidos y México. Hoy en día, se informa que la administración Trump está utilizando varias fuentes de financiación para seguir pagando al personal militar, mientras que otros departamentos, como el de Educación, se enfrentan a graves recortes presupuestarios que están alterando programas críticos.
La Oficina de Presupuesto del Congreso ha señalado que se podría acceder a fondos específicos de legislación anterior para financiar actividades en varias agencias durante el cierre, lo que podría mitigar algunos de los impactos inmediatos en las operaciones gubernamentales. Sin embargo, el conflicto fundamental sobre la política de atención médica sigue desempeñando un papel importante en el estancamiento, dejando a muchos estadounidenses sin saber qué esperar en los próximos días y semanas.