La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha alcanzado un hito crucial en el progreso de la potencia aérea futura, según lo informado por el Comando de Combate Aéreo de los Estados Unidos. El 8 de julio de 2025, se realizó un ejercicio de vuelo de equipo tripulado en la Base de la Fuerza Aérea Eglin, Florida, con drones semiautónomos de Valkyrie XQ-58A. En esta manifestación, los pilotos F-16C Falcon y F-15th Strike Eagle Jets controlaron con éxito dos drones Valkyrie cada uno durante un escenario de combate de aire en vivo. Hasta ahora, este evento marca una de las integraciones más avanzadas de las plataformas de cooperación autónoma (ACP) en las operaciones de entrenamiento militar.
El XQ-58A Valkyrie es un avión no tripulado secreto, a largo plazo, que aterriza, designa aviones no tripulados desarrollados por Kratos Defense & Security Solutions en colaboración con el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (AFFL). Introducido en el contexto del programa Cheap Attite Aircraft Technology (LCAAT), iniciado en 2016, Valkyrie fue diseñado para funcionar además de las claves de la tripulación en entornos donde se disputa la superioridad del aire. Después del primer vuelo en marzo de 2019, Valkyrie ha sufrido extensas pruebas destinadas a mejorar la autonomía, las posibilidades de supervivencia e integración de tiempo real con plataformas tripuladas.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos está investigando actualmente las tácticas de equipo para las máquinas humanas como parte de una estrategia más amplia para usar el poder aéreo distribuido. Mientras que los oponentes están desarrollando sistemas avanzados de defensa aérea y armas hipersónicas, la dependencia de un número limitado de aviones de la tripulación de alta calidad parece no ser práctica. La integración de plataformas leales de Wingman, como Valkyrie, quiere aumentar la eficiencia de combate, mejorar el rango de sensores, complicar los procesos objetivo del oponente y minimizar la exposición al piloto humano en zonas arriesgadas.
El Valkyrie está diseñado para iniciar desafíos de combate modernos, con opciones de sigilo, una velocidad de más de 1,050 km/h y un rango que supera los 3000 kilómetros. Las bahías de carga modulares son adecuadas para un máximo de 272 kilogramos de equipos específicos de la misión, lo que lo hace versátil para diferentes tareas, incluidas las varillas de suministro, la interferencia de radares enemigos y realizando operaciones de misiones de reconocimiento que harían planos en peligro de extinción.
Un aspecto crucial del ejercicio fue la capacidad de los pilotos F-16 y F-15 para recomendar varios ACP en tiempo real sin experimentar una sobrecarga cognitiva. Las posibilidades autónomas, la comunicación perfecta y la flexibilidad táctica del XQ-58A contribuyen al concepto de Fuerza Aérea Split. Esta visión enfatiza el potencial de numerosas plataformas baratas para resistir los ataques enemigos iniciales, mantener presión sobre los sistemas oponentes y causar pérdida de misión en entornos con una alta amenaza.
El general Ken Wilsbach, comandante del comando de combate aéreo, enfatizó la importancia de tales ejercicios en la presentación de la dedicación del aire para el dominio del aire a través de la integración de tecnologías para la próxima generación con tácticas lideradas por el operador. Con el apoyo del programa Rapid Defense Experimentation Reserve (RDER) del Departamento de Defensa, esta iniciativa subraya un esfuerzo de colaboración bajo el ADL, el Centro de Pruebas de la Fuerza Aérea, el Comando de Combate Aéreo y la Armada Americana, todos destinados a acelerar las capacidades militares.
Brigadier -General Jason E. Bartolomei, Comandante de ADL, señaló que los datos obtenidos de esta prueba de vuelo son cruciales para informar futuros desarrollos de sistemas autónomos dentro del Ministerio de Defensa. El XQ-58A Valkyrie sirve no solo como un tácticamente activo, sino también como una herramienta estratégica para el diseño de potencia futuro, de modo que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos está equipada con opciones flexibles y escalables para superar a los competidores casi por cies de batalla de múltiples domininos cada vez más disputados.
La integración del XQ-58A Valkyrie en ejercicios de combate de aire vivo es un progreso importante en la dirección de operacionalizar el equipo de máquinas humanas. A medida que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos evoluciona hacia un futuro impulsado por la velocidad, la complejidad y la competencia tecnológica, las plataformas como Valkyrie serán indispensables para garantizar la masa, la flexibilidad y las posibilidades mejoradas de supervivencia en la guerra aérea. Estas innovaciones no solo transforman la doctrina de las peleas aéreas, sino que también redefinen el papel de la autonomía en la guerra moderna.