Según los informes, un barco del gobierno filipino anclado cerca de una isla en disputa en el Mar de China Meridional fue golpeado “intencionalmente” por un barco chino, según declaró la Guardia Costera de Filipinas el domingo 12 de octubre. El incidente involucró cañones de agua de las fuerzas navales chinas cuando embistieron el barco filipino.
La Guardia Costera de Filipinas precisó que tres barcos, entre ellos el BRP Datu Pagbuaya, estaban estacionados cerca de la isla, que está bajo control de Manila, para proteger a los pescadores locales. En un acto de provocación, el barco chino amenazó a estos barcos, reavivando las tensiones en una región marcada por frecuentes enfrentamientos entre las dos naciones.
Este último incidente es parte de un patrón más amplio de hostilidad en el Mar de China Meridional, un área estratégicamente vital que facilita más de 3 billones de dólares en comercio marítimo al año. El Mar de China Meridional es crucial no sólo para Filipinas, sino también para China, que depende de él para aproximadamente el 80 por ciento de sus importaciones de energía y el 40 por ciento de su comercio total.
Los vastos reclamos de China sobre gran parte del Mar Meridional de China continúan causando tensiones. A pesar de un fallo de la Corte Permanente de Arbitraje de 2016 que invalidó muchos de los reclamos territoriales de China en el área, Beijing ha ignorado en gran medida este fallo internacional. Este fallo fue visto como una gran victoria para Filipinas, pero China ha presionado constantemente a Manila para que ceda a sus términos.
El Mar de China Meridional es un campo de batalla geopolítico complejo, con áreas reclamadas no sólo por China y Filipinas, sino también por otros países vecinos, incluidos Brunei, Indonesia, Malasia y Vietnam. Las disputas actuales resaltan el frágil equilibrio de poder en la región y el potencial de nuevas confrontaciones a medida que los países continúan sopesando sus reclamos e intereses en medio de crecientes tensiones.