Los ex militares que fueron dados de baja por rechazar la vacuna Covid-19 ahora serán elegibles para “tratamiento VIP de categoría especial o ‘guante blanco’” si deciden reincorporarse al servicio, según un anuncio del Pentágono. Este acontecimiento se compartió junto con un memorando dirigido a los líderes del servicio militar que destaca las revisiones al tratamiento de las tropas que regresan a las instalaciones de admisión militar.
El portavoz jefe del Pentágono, Sean Parnell, afirmó que estos cambios coincidirían con una revisión exhaustiva de la política de vacunas Covid-19 del Pentágono. Esta evaluación tiene como objetivo evaluar las razones detrás del mandato original y formular medidas para prevenir situaciones similares en el futuro.
El memorando, respaldado por el Subsecretario de Defensa para Personal y Preparación, Anthony Tata, exige ajustes en las estaciones de procesamiento de acceso militar (MEPS). Estas estaciones son fundamentales para los reclutas, donde se someten a exámenes médicos exhaustivos, pruebas de aptitud y otras evaluaciones antes de ser aceptados en el servicio militar.
Tata enfatizó en el memorando que los departamentos militares deberían priorizar el “tratamiento VIP de categoría especial” para los ex miembros del servicio afectados. Esto incluye disposiciones para aceptar llegadas tardías, procesamiento acelerado y la asignación de acompañantes capacitados para acelerar el proceso de selección.
A pesar del renovado enfoque del Pentágono en restaurar las tropas despedidos debido al mandato de la vacuna Covid-19, el número real de personas que se han reincorporado sigue siendo bajo. En mayo de este año, sólo 13 de los más de 8.000 soldados separados bajo el mandato habían regresado al servicio. Cuando se le pidió cifras actualizadas, un portavoz del Pentágono indicó que no había nueva información disponible.
Este memorando sigue a una reciente reunión a puerta cerrada en la que participaron Tata, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y otros altos funcionarios, con personas que hablaron en las redes sociales sobre el antiguo mandato de vacunación.
El mandato de la vacuna Covid-19 para las tropas se instituyó en 2021 como parte del protocolo de atención médica más amplio del ejército, en particular para los desplegados en el extranjero. Sin embargo, el mandato fue derogado en 2023 después de una acción del Congreso, que fue vista como una victoria para los legisladores conservadores que argumentaron que la política obstaculizaba el reclutamiento, a pesar de la falta de pruebas de los funcionarios del Pentágono que respaldaran la afirmación.
El memorando de Tata también describe planes para una revisión detallada de la política de vacunas del ejército, centrándose en su alineación con los marcos históricos de vacunas, los impactos en el personal y la gestión de mandatos en todas las ramas militares.
Estas pautas recientes responden a las preocupaciones actuales sobre los engorrosos procesos de admisión en las instalaciones militares, que han sido criticadas por sus ineficiencias debido a la falta de personal y los plazos prolongados. A la luz de estos desafíos, Tata afirmó que el Pentágono ha realizado mejoras destinadas a crear una “experiencia profesional, respetuosa y eficiente” para quienes se reincorporan.
Sin embargo, la recepción inmediata del memorando fue mixta: fuentes familiarizadas con el proceso MEPS expresaron escepticismo sobre la viabilidad de implementar un tratamiento especial bajo las condiciones actuales de personal, destacando una escasez significativa de personal capacitado en los sitios MEPS en todo el país.