El alcalde de Chicago celebró recientemente una importante victoria legal sobre el plan de la administración Trump de movilizar al ejército en la ciudad, al menos durante las próximas semanas. El alcalde Brandon Johnson describió el fallo como un triunfo tanto para los ciudadanos de Chicago como para los principios del Estado de derecho.
La decisión crucial fue tomada por la jueza del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, April Perry, quien suspendió el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en Illinois al menos hasta el 23 de octubre. El veredicto se alcanzó después de una audiencia larga y polémica en un tribunal de Chicago donde la jueza Perry, designada por el presidente Biden, expresó escepticismo sobre la justificación de la intervención federal. Ella afirmó: “No he visto ninguna evidencia creíble” de que haya tenido lugar alguna insurrección en el estado.
En respuesta al fallo, la administración Trump anunció inmediatamente que apelaría. El recurso de apelación aún debía presentarse ante el tribunal el viernes por la mañana. Es importante señalar que el juez Perry no emitió una suspensión de la orden del presidente Trump, que había federalizado a cientos de guardias de seguridad de Illinois en contra de los deseos del gobierno estatal. El personal de la Guardia Nacional mantendrá su estatus federalizado, según un portavoz del Pentágono, pero no se proporcionaron más detalles.
Al lugar, miembros de la Guardia Nacional de Texas llegaron el jueves por la mañana temprano a una instalación operada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Broadview, Illinois. El estatus futuro de estas tropas sigue sin estar claro, especialmente si continuarán su despliegue en las instalaciones o regresarán a su base a aproximadamente 40 millas de distancia.
El fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, se negó a especular sobre posibles acciones si los militares desafían la orden del juez. Destacó que si el Estado considera que se está ignorando el fallo, llevará el asunto ante los tribunales. Raoul señaló que a las tropas de Texas se les permitirá permanecer en Illinois siempre que no sean movilizadas. Y añadió con un toque de ligereza: «Pueden alojarse en nuestros hoteles si pagan la tarifa del hotel. Pueden comer en nuestros restaurantes, como en cualquier ciudad americana».
A medida que se desarrolla la situación, la comunidad observa de cerca, consciente de las implicaciones más amplias para las relaciones estatales y federales con respecto a la participación militar en los asuntos internos.