En una importante escalada de violencia en la provincia paquistaní de Khyber Pakhtunkhwa, al menos 11 soldados, entre ellos un teniente coronel y un mayor, murieron durante enfrentamientos con militantes talibanes vinculados al proscrito Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP). Este incidente ocurrió durante una operación dirigida por servicios de inteligencia destinada a neutralizar amenazas terroristas en la región, particularmente en el distrito de Orakzai, cerca de la frontera con Afganistán.
En la noche del 7 de octubre de 2025, las fuerzas de seguridad se involucraron en intensos tiroteos con un grupo identificado como “Fitna al-Khawarij”, término que el gobierno paquistaní adoptó el año pasado para designar al TTP, lo que indica que la oposición violenta tiene sus raíces en un contexto histórico. Una declaración oficial de Inter-Services Public Relations (ISPR), el brazo de medios del ejército, dijo que 19 militantes murieron durante el enfrentamiento.
Entre los soldados muertos se encontraba el teniente coronel Junaid Tariq, de 39 años, que dirigió la operación, y su segundo al mando, el mayor Tayyab Rahat, de 33 años. Su liderazgo y valentía fueron reconocidos como cruciales en la operación, lo que provocó más bajas entre su unidad.
En reacción al ataque, el Primer Ministro Shehbaz Sharif expresó su profundo pesar y enfatizó que los sacrificios del personal militar no serán en vano. Reafirmó el compromiso del gobierno de combatir el terrorismo y afirmó que los elementos que amenazan la integridad de Pakistán no tendrán éxito.
El presidente Asif Ali Zardari también rindió homenaje a la valentía demostrada por las fuerzas de seguridad durante la operación. Expresó su más sentido pésame a las familias de los soldados asesinados y expresó que la nación está unida a sus fuerzas armadas en esta lucha.
El Ministro Principal de Khyber Pakhtunkhwa, Ali Amin Gandapur, se hizo eco de estos sentimientos y destacó la valentía y los sacrificios de los soldados como cruciales en la lucha por la paz nacional. Reiteró que estas pérdidas sólo fortalecerían la determinación del país contra el terrorismo.
La reciente serie de ataques militantes en Pakistán, especialmente en Khyber Pakhtunkhwa y la vecina provincia de Baluchistán, ha hecho saltar las alarmas. Tras la retirada del TTP del alto el fuego en noviembre de 2022, el grupo ha intensificado sus ataques contra las fuerzas de seguridad y las fuerzas del orden. Los informes del Centro de Investigación y Estudios de Seguridad (CRSS) muestran que Khyber Pakhtunkhwa fue la zona más afectada y representó hasta el 71% de todas las muertes relacionadas con la violencia en el tercer trimestre de 2025.
Mientras continúan las operaciones de seguridad en el distrito de Orakzai, el ejército apunta a eliminar todas las amenazas restantes en el área en medio de crecientes preocupaciones sobre la estabilidad regional y el impacto del terrorismo en la seguridad nacional de Pakistán.