Un submarino de clase Virginia de la Armada de los EE. UU. ha logrado avances significativos en operaciones submarinas al completar con éxito la primera recuperación de un vehículo submarino no tripulado (UUV) REMUS 620 durante las pruebas en Seneca Lake, Nueva York. Este hito, anunciado por Huntington Ingalls Industries (HII), tuvo lugar el 6 de octubre de 2025 e incluyó la colaboración con la Institución Oceanográfica Woods Hole y la División del Centro de Guerra Submarina Naval de Newport.
La prueba ilustró la capacidad del REMUS 620 para realizar navegación y comunicaciones submarinas complejas para localizar y acoplar de forma segura una cápsula de protección contra golpes e incendios (SAFECAP) ubicada en un banco de pruebas de tubos de torpedos sumergidos. Este dispositivo imitaba las dimensiones y condiciones operativas de un tubo lanzatorpedos submarino real de clase Virginia. Además de la operación de recuperación, el UUV realizó una secuencia de lanzamiento de nado inverso, validando los procedimientos críticos de entrada y salida necesarios para el despliegue del submarino. Este logro se produjo menos de siete meses después de la integración del sistema de lanzamiento y recuperación del tubo de torpedos Yellow Moray en el REMUS 620, lo que destaca el rápido progreso en el desarrollo de tecnologías no tripuladas compatibles con submarinos.
El REMUS 620 representa lo último en la gama de vehículos submarinos no tripulados de rango medio de HII y está diseñado para garantizar flexibilidad, resistencia y modularidad para múltiples misiones. Con capacidades que permiten hasta 110 horas de operación y un alcance de aproximadamente 275 millas náuticas, el REMUS 620 puede alcanzar velocidades de hasta 8 nudos. El UUV está equipado con un sistema de carga útil versátil y puede albergar sonares de barrido lateral, sensores ambientales, paquetes de recopilación de inteligencia y sistemas de contramedidas contra minas.
En el ámbito estratégico de la guerra naval, el REMUS 620 amplía las capacidades de los submarinos. Tradicionalmente, los submarinos dependían de periscopios, sonares y comunicaciones manuales para su conocimiento operativo. El despliegue de un UUV como el REMUS 620 permite a los submarinos ampliar significativamente sus capacidades de vigilancia sin sacrificar el sigilo. Esto permite a los submarinos realizar diversas misiones, incluido el mapeo del fondo marino, la detección y clasificación de minas y la recopilación de inteligencia en áreas sensibles, sin ser detectados.
Específicamente para las contramedidas contra minas, el REMUS 620 puede realizar reconocimientos previos a la detonación, identificar minas navales y transmitir datos vitales para la neutralización remota. En la guerra antisubmarina, el UUV puede actuar como un sensor avanzado, rastreando señales acústicas y sirviendo como un nodo de escucha pasiva, enviando datos en tiempo real al submarino anfitrión. Su resistencia y capacidades autónomas avanzadas lo hacen esencial para tareas como la vigilancia submarina persistente y la recopilación encubierta de datos en ubicaciones estratégicamente críticas.
Desde una perspectiva de ingeniería, este logro reciente subraya el progreso sustancial logrado en operaciones precisas de atraque y recuperación en condiciones hidrodinámicas y acústicas desafiantes. La alineación requerida para acoplar un UUV en el tubo de torpedos de un submarino requiere alta precisión, algoritmos de control sólidos y ayudas de navegación confiables. El SAFECAP garantiza que el UUV se sujete de forma segura durante la inserción y la recuperación, y que pueda soportar presión bajo el agua y cargas de impacto. El exitoso acoplamiento autónomo y la salida inversa confirman la idoneidad del REMUS 620 para operaciones en entornos marítimos restringidos.
Una de las principales ventajas de este sistema reside en su compatibilidad con la infraestructura existente en los submarinos de la clase Virginia. El sistema de lanzamiento REMUS 620 está hecho a medida para adaptarse a los tubos de torpedos Mk 48 estándar, lo que permite a los submarinos desplegar UUV sin la necesidad de modificaciones sustanciales o equipos externos adicionales. Esta compatibilidad existente permite a la Armada integrar capacidades no tripuladas de una manera más rentable, con una interrupción mínima de las operaciones en curso.
Las capacidades del REMUS 620 son una evolución de hitos anteriores, incluido el piloto de despliegue del tubo de torpedos de 2023 utilizando el REMUS 600 del USS Delaware (SSN 791). El modelo 620 mejora este marco al proporcionar mayor resistencia, mayor carga útil y capacidades de recuperación autónoma: características clave para operaciones submarinas extendidas sin la necesidad de opciones de recuperación remota o en superficie.
Si bien esta recuperación representa un progreso crucial, se necesitan más pruebas antes de que el REMUS 620 pueda estar en pleno funcionamiento. Las próximas fases incluyen pruebas en el mar a bordo de un submarino real de clase Virginia para evaluar su rendimiento en condiciones oceánicas reales, incluidas corrientes variables y desafíos acústicos. También serán puntos de atención la sostenibilidad a largo plazo, la fiabilidad de la comunicación entre el UUV y el submarino durante la recuperación y la seguridad en comparación con los sistemas existentes.
La capacidad de desplegar y recuperar UUV directamente desde submarinos de ataque encaja bien con las estrategias navales modernas que enfatizan las operaciones marítimas distribuidas. Los submarinos equipados con sistemas REMUS 620 pueden servir como nodos de comando en una red de plataformas autónomas, sensores y relés de comunicaciones, aumentando el conocimiento del dominio submarino de la Armada, facilitando operaciones en áreas en disputa y permitiendo misiones coordinadas de múltiples vehículos.
La recuperación exitosa del REMUS 620 en un tubo lanzatorpedos clase Virginia de la Marina de los EE. UU. marca un cambio transformador en las operaciones submarinas. Al combinar tecnologías autónomas con la infraestructura existente, la Marina de los EE. UU. se acerca a un futuro en el que los submarinos desplegarán, recuperarán y coordinarán regularmente los UUV como componentes integrados de sus conjuntos de misiones. Los esfuerzos continuos de prueba e integración determinarán en última instancia el cronograma para el despliegue operativo completo dentro de la Fuerza Submarina de EE. UU.