Grecia actualmente está navegando por una discusión crucial sobre su participación en las iniciativas de apoyo militar para Ucrania en medio de los crecientes requisitos de los compañeros de la Unión de la OTAN. Los informes indican que el gobierno griego está considerando una negociación con Francia sobre la posible venta de sus aviones de combate Mirage 2000-5. Esta propuesta se ajusta a los esfuerzos de modernización de la Fuerza Aérea Helénica y puede permitir la transferencia de estos aviones que envejecen a los pilotos ucranianos, mejorando sus opciones de defensa aérea.
Las fuentes sugieren que tanto Francia como los Estados Unidos ejercen una presión considerable sobre Grecia para acelerar esta transferencia. La flota existente de 25 Mirage 2000-5s se considera una posesión valiosa para fortalecer las opciones de aire de Ucrania, especialmente después de recibir cazadores similares de la fuerza aérea y espacial francesa. Los defensores de la transferencia afirman que facilitar dicha operación enviaría un mensaje político fuerte, que presentaría la dedicación de Grecia que van más allá de los sistemas militares justados, como M-110 Howen de los años sesenta.
Otra dimensión de la influencia estadounidense es clara en la compra de activos militares a través de la lista de requisitos prioritarios de Ucrania (PURL). Esta iniciativa ha recibido un control entre los países escandinavos y los pequeños estados bálticos, muy conscientes de las amenazas de la agresión rusa. Estos países, además de otros países de Europa del Este, alientan a Grecia a asumir un papel más proactivo en vista de la realidad geográfica de su proximidad a Rusia y violaciones recientes del espacio aéreo.
La capacidad de la Fuerza Aérea Helénica para mantener sus capacidades de defensa parece robusta, incluso si va con la venta del Mirage 2000-5s. La adquisición de 24 cazadores de Rafale franceses más avanzados ha fortalecido las fuerzas armadas de Grecia, y hay discusiones sobre la posible obtención de seis a doce rafales adicionales, tal vez a un precio reducido a cambio del avión más antiguo. Se espera que la plataforma Mirage 2000-5 en particular pierda el apoyo oficial para 2027, mientras que una venta previamente considerada se ha estancado a la India, lo que agrega más urgencia a las decisiones de Grecia.
En una escala más amplia, la posición de Grecia sobre el conflicto en Ucrania se extiende a su oposición regular contra la posible participación de Turquía en el mecanismo seguro, una iniciativa de la Unión Europea diseñada para asignar más de 150 mil millones de euros por préstamos para materiales materiales militares. Esta resistencia está profundamente arraigada en las disputas territoriales a largo plazo entre Grecia y Turquía, en particular con respecto al Mar Egeo, lo que complica la dinámica de las alianzas de la OTAN en la región.
La situación en evolución subraya la complicada Ley de Balance de Grecia, porque pesa presión internacional contra sus prioridades de defensa nacional y desafíos geopolíticos en su vecindario inmediato.