Un tribunal federal ha intervenido en la constante batalla legal en torno al despliegue de la Guardia Nacional en Portland, Oregon, quien bloquea temporalmente el mando del presidente Trump para enviar 200 tropas a la ciudad. El juez de distrito estadounidense Karin ImmerGut otorgó una orden limitante temporalmente en respuesta a una demanda presentada por el Estado de Oregón, con referencia al potencial sobre el rango por parte del gobierno federal. Esta orden se ha establecido para finalizar el 18 de octubre, que presentó una audiencia planificada el 17 de octubre para determinar si se extenderá.
El caso surgió de la preocupación por la autoridad de Trump para usar tropas federales sin justificación suficiente. En su declaración, ImmerGut indicó que el presidente había superado sus poderes legales y constitucionales, y señaló que sus acciones podrían representar una amenaza para la soberanía estatal de Oregón. Ella declaró que el estado había proporcionado evidencia suficiente con daños irreparables potenciales y que el interés público se inclinó antes de detener el despliegue.
Durante una audiencia, ImmerGut también investigó si la evaluación de Trump de la situación en Portland justificó. Los argumentos presentados por abogados nacionales y locales sugirieron que la descripción de Trump de los disturbios era exagerado e inconsistente con los informes policiales que indican un ambiente relativamente pacífico que lleva a su directiva. El equipo legal del gobierno federal se fue al afirmar que las protestas habían interrumpido las actividades en las instalaciones federales, y afirmó que esto cumplió con las condiciones de intervención federal descritas en el Título 10 del Código Americano.
ImmerGut rechazó los argumentos del gobierno con respecto a la necesidad de apoyo militar y declaró que la policía local pudo administrar las protestas, que en gran medida no habían sido violentas en las semanas previas a la orden del presidente. Ella enfatizó que la situación de Portland no era elegible como una «rebelión», por lo que la exhibición de la administración de los disturbios evitó extremadamente.
La pronunciación ha dibujado una mezcla de reacciones. El portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, defendió las acciones de Trump como legales y necesarias para la protección de la propiedad federal, mientras que el abogado de Oregon, general, que Rayfield elogió la decisión como un control crucial del poder presidencial, que declaró que no había levantamiento en Portland. El gobernador de Oregon, Tina Kotek, repitió estos sentimientos y calificó el despliegue federal «infundado y peligroso».
Los líderes locales también expresaron su aprobación del fallo. El alcalde Keith Wilson, de Portland, señaló que la decisión fue un ejemplo de la dedicación de la comunidad por la protesta pacífica y la unidad social. El senador Ron Wyden y el miembro del Congreso Andrea Salinas elogiaron el fallo y podrían enmarcarlo como una victoria por los derechos de los oregonianos contra la intervención federal injustificada.
Los procedimientos legales hicieron una mudanza después de que el juez anterior fue asignado al caso, Michael H. Simon, se retiró debido a los posibles conflictos derivados de las conexiones políticas de su esposo. ImmerGut, nombrado por Trump en 2019, se hizo cargo del caso y realizó una investigación exhaustiva de los argumentos de ambas partes durante las audiencias.
A medida que se desarrollan los eventos, se planea un proceso para el caso para el 29 de octubre, y las discusiones sobre la legalidad y la justificación de las acciones del presidente en Portland continúan evolucionando. La situación sigue siendo dinámica, donde los funcionarios y comunidades locales vigilan de cerca los desarrollos que se desarrollan.