La revista de tecnología de la industria de la industria de la industria de China ha informado que el recientemente presentado LY-1 (Liaoyuan-1) dirigió los límites de energía, exhibidos en el desfile militar en Beijing el 3 de septiembre, fue diseñado para servir como un sistema de defensa terminal para barcos, específicamente dirigido a misiles y drones. La publicación señala que el arma tiene una capacidad de exportación entre 180 y 250 kilovatios y tiene una apertura de paquete más grande que los sistemas láser estadounidenses actuales. Sin embargo, carece de detalles de prueba extensos, lo que significa que las preguntas sobre su efectividad del mundo real, el control del haz y las opciones de enfriamiento permanecen en el mar.
Según la revista, el LY-1 está destinado a funcionar como una solución de intercepción cercana como parte de una estrategia de defensa en capas para naves navales. El diseño indica posibles integraciones con plataformas terrestres y marinas, indicando observaciones asociadas con barcos de ataque anfibio tipo 071. Si se valida la efectividad del arma en el mar, tiene el potencial de reducir los costos por intercepción en comparación con los sistemas tradicionales de rasgadura, lo que permite mantener una defensa más eficiente contra los enjambres de drones y al mismo tiempo mantener el sistema de lanzamiento vertical (VLS).
El diseño físico del LY-1, como se observó durante el desfile, tiene una torreta cerrada con una gran abertura circular para el director de rayos láser, junto con aberturas más pequeñas donde probablemente sensores electroópticos e infrarrojos para hogares para adquirir y seguir. También se indica un módulo lateral, posiblemente para sensores adicionales o sistemas de gestión térmica. Esto sugiere requisitos considerables de potencia y enfriamiento para el arma, de acuerdo con la dependencia de altos niveles de kilovalte y la necesidad de estabilidad óptica.
El artículo enfatiza una posible ventaja de rendimiento en comparación con los sistemas láser estadounidenses como Helios, actualmente instalado en Arleigh Burke-Class Destroyers, que tiene pruebas de interceptación exitosas contra los objetivos en el aire. Hace una comparación con el LWSD, otro sistema estadounidense con un poder con alrededor de 150 kilovatios, con atención a las evaluaciones continuas y la experiencia operativa que tiene la Armada Americana. El progreso de China, por otro lado, parece ambicioso para el papel, reforzado por las recientes manifestaciones públicas, pero faltaba pruebas documentadas.
El papel operativo previsto del LY-1 corresponde a las estrategias contemporáneas de defensa naval, donde el láser puede influir primero en los sensores de las amenazas entrantes, seguidos de ataques térmicos en componentes críticos de misiles o drones. Esta potencia láser sería en particular valiosa en escenarios con enjambres de amenazas más pequeñas, reduciendo la dependencia de los interceptores costosos y el uso de células VLS disponibles está optimizado.
Las limitaciones potenciales continúan existiendo, porque factores ambientales como la humedad, la lluvia y el humo pueden obstaculizar el rango efectivo y el impacto del láser. La confiabilidad del sistema depende de factores clave como la durabilidad de los sistemas de electricidad y enfriamiento, calidad del haz láser ayudado por la óptica adaptativa y la robustez general en el entorno marítimo.
El desarrollo y el despliegue de China del LY-1 están posicionados para satisfacer las necesidades operativas en regiones como el Mar del Sur de China y el Pacífico occidental. Aquí los grupos de tareas marítimas se enfrentan a amenazas de drones de reconocimiento baratos, dando vueltas con municiones y misiles de crucero de bajo vuelo. La integración del sistema láser con sistemas antiaéreas cercanos existentes, como el HQ-10A, está destinado a cubrir los últimos medidores críticos de intercepción.
Para las operaciones de la tierra, una variante que se monta en un transportista de 8 × 8 ofrecería posibilidades defensivas para los centros logísticos y las bases de aire, de modo que las condiciones climáticas más variadas navegan, pero conservan el mismo enfoque estratégico. La efectividad del LY-1 dependerá en última instancia de una fuerte integración del sensor, doctrinas claras con respecto a la priorización de objetivos y el entrenamiento riguroso dirigido a la seguridad láser y la gestión térmica.
El potencial para que el LY-1 evolucione hacia una defensa confiable del mar sigue siendo incierto. Si los barcos Tipo 071 están equipados con el sistema y las pruebas posteriores confirman el rendimiento reclamado en circunstancias operativas, China podría determinar una capa de defensa creíble. Sin embargo, en ausencia de dicha validación, las comparaciones con sistemas estadounidenses establecidos como Helios y LWSD continuarán favoreciendo a aquellos con el rendimiento probado anterior a las tecnologías emergentes que aún tienen que demostrar que se debe demostrar la efectividad de la práctica. El papel del LY-1 no solo es crucial en las capacidades explicadas, sino también en las implicaciones para la estrategia militar y las ambiciones tecnológicas de China.