En un discurso determinado durante una ceremonia de las Fuerzas Armadas en Seúl en Seúl, el presidente surcoreano Lee Jae-Myung superó un plan ambicioso para mejorar las capacidades de defensa de la nación. El presidente Lee enfatizó la importancia de la autosuficiencia y anunció un aumento significativo en el gasto de defensa, que establece que el objetivo es cultivar un ejército que pueda proteger a la República de Corea (Rok) independientemente contra las amenazas externas.
Durante su discurso, Lee expresó una visión de un ejército robusto que atrae la fuerza del orgullo y la confianza nacional. «Tenemos que estar en camino a una defensa fuerte y autosuficiente», explicó, quien subraya la necesidad de que Corea del Sur fortalezca su poder militar sin dependencia de los poderes externos. Esta dedicación para fortalecer la defensa de la nación se enmarca como esencial para garantizar la paz y la prosperidad en la región.
Para facilitar esta estrategia de defensa autocrelantante, Lee reveló planes para aumentar el presupuesto de defensa para el próximo año en un 8,2 por ciento. Este financiamiento tendrá como objetivo adquirir tecnología y armas avanzadas, incluidos robots de lucha de inteligencia artificial, drones autónomos y misiles basados en precisión. Además, el Presidente enfatizó la importancia de apreciar la industria de la defensa nacional y mejorar el pozo de los soldados a través de mejores condiciones de servicio y sistemas de compensación.
Mientras aborda las dimensiones estratégicas del gasto de defensa, Lee no se refiere explícitamente a las actuales amenazas militares de Corea del Norte. Sin embargo, señaló que el gasto de defensa de Corea del Sur actualmente excede el PIB de Noord -Corea con un margen considerable, que ilustra la dedicación del país a la preparación militar.
La cuestión del control operativo en tiempos de guerra sigue siendo un tema crucial en las relaciones entre el Corea US-Zuid. Lee confirmó su intención de realizar la transferencia de control operativo sobre la guerra para una estructura de comando binacional, que sería dirigida por un general surcoreano con un representante estadounidense. Esto refleja un deseo creciente entre muchos surcoreanos de reclamar la soberanía sobre sus operaciones militares, aunque se preocupa con respecto al impacto potencial en la alianza a largo plazo con los Estados Unidos. Lee subrayó que una sólida alianza Rok-Us conducirá a un enfoque de defensa coordinado, lo que sugiere que tal marco no solo mejoraría la paz y la estabilidad en la península coreana, sino que también contribuiría a una estabilidad y prosperidad regionales más amplias.