En un episodio notable en el centro de Chicago, los residentes y los visitantes experimentaron un aumento de las tensiones cuando los agentes de inmigración federales llevaron a cabo un aumento aleatorio en las paradas en áreas populares como Millennium Park y Michigan Avenue. La reubicación ha causado un acalorado debate sobre la legalidad y la intención detrás de tales acciones, en las que los funcionarios locales y los expertos legales pesan.
El concejal Brian Hopkins del 2do Distrito caracterizó la presencia federal como una «farsa» y una relación puramente pública acreditan y afirma que no hace nada para mejorar la seguridad pública. Sus sentimientos resuenan con varios concejales municipales que consideran el aumento de la aplicación como tácticas de intimidación en lugar de un intento genuino de forzar las leyes de inmigración.
Sin embargo, el Centro Nacional de Justicia de la Inmigración (NIJC) argumenta que las implicaciones de estas acciones van más allá de la mera intimidación. Mark Fleming, un abogado de NIJC, indicó que investigan y recopilan con precisión evidencia de video para que posiblemente tomen medidas legales con respecto a las paradas. Según se informa, algunas personas se enfrentaron a la determinación durante las operaciones y las preguntas discutieron sobre la legalidad de tales reuniones.
Los expertos legales enfatizan los parámetros establecidos por la Corte Suprema estadounidense con respecto a la autoridad de los agentes federales para detener e interrogar a las personas. La ley estipula que los agentes solo pueden iniciar tales interacciones cuando tienen «sospecha razonable» de que una persona está en los Estados Unidos sin permiso. El profesor Paul Gowder, de la Facultad de Derecho de Northwestern Pritzker, argumenta que el uso de etnia y lenguaje como base de sospecha en una ciudad diversa no es razonable ni legal.
La Corte Suprema ha permitido el perfil bajo circunstancias específicas, enfatizadas por una declaración reciente en California; Sin embargo, los expertos aclaran que esta decisión se limita a ese caso específico. Para aquellos que se enfrentan a los agentes federales, aconseje a los abogados que permanezcan en silencio y soliciten la presencia de representación legal. Hacen hincapié en la importancia de documentar las interacciones, lo que sugiere que las personas registran dichos videos de reuniones para mantener sus derechos bajo la Cuarta Enmienda.
A la luz de estos desarrollos, la atmósfera en Chicago sigue siendo acusada cuando la comunidad lucha con las implicaciones de las acciones federales en el campo de la aplicación de la inmigración y las libertades civiles.