En un cambio importante, la tasa de desempleo para los recientes graduados ha superado la de la población general por primera vez en tres años, como se enfatiza en un informe de Oxford Economics. El informe, publicado en mayo, indica que las posiciones de nivel de entrada se están moviendo cada vez más por el progreso en la inteligencia artificial (IA). Los graduados con títulos en programación y tecnología en particular enfrentan ciertos desafíos en el mercado laboral.
Varios factores contribuyen a esta tendencia emergente. Declaraciones recientes del CEO de Amazon, Andy Jassy, enfatizan la transición de la compañía a un uso de IA más grande, lo que reconoció requeriría una reducción en la fuerza laboral. Dario Amodei, CEO de la compañía AI Anthrope, repitió sentimientos similares, y predice que AI podría conducir a la eliminación de la mitad de todos los trabajos blancos.
Brooke Dereenzis, jefe de la Coalición Nacional de Habilidades, caracterizó la llegada de la IA como un momento crucial para la clase media, por lo que cooperó una «bola de salto». Aunque la IA puede crear nuevas oportunidades y mejorar los roles existentes, los efectos netos sobre el empleo siguen siendo inciertos. Para las inversiones importantes en programas de capacitación, Dreadzis argumenta dirigidos a los empleados en reposo con las habilidades necesarias para prosperar además de la IA. También enfatiza la importancia de desarrollar un vangnet social robusto que se extienda más allá del seguro de desempleo tradicional, en particular para aquellos de sectores que se enfrentan a un desplazamiento completo.
Derenzis advirtió que sin medidas proactivas, la creciente brecha en la desigualdad podría convertirse en un problema importante. «Podemos dar forma a una sociedad que apoya a nuestra fuerza laboral para adaptarse a una economía de IA de una manera que pueda hacer crecer nuestra clase media», explicó.
A pesar del rápido progreso en la tecnología de IA, los investigadores advierten contra la sobreestimación de las posibilidades actuales. Morgan Frank, profesor de la Universidad de Pittsburgh que se especializa en el impacto de la IA en los trabajos, señaló que muchas aplicaciones de IA existentes permanecen incorrectamente sensibles y aún no están equipadas para reemplazar completamente el trabajo humano en numerosas tareas. Sugirió que, aunque muchos líderes de la compañía de tecnología enfatizan la posible pérdida de empleos como resultado de la IA, también pueden responder a las consecuencias del reclutamiento excesivo durante la pandemia.
Frank señaló que aunque podría no haber una catástrofe inmediata en el horizonte, las personas que ingresan al personal hoy en día parecen perder las oportunidades disponibles previamente. Hizo hincapié en la naturaleza que pasa el panorama actual de la pista y declaró: «La forma en que funciona la IA y la forma en que las personas lo usan está constantemente cambiando, y simplemente estamos en este período de transición … el borde se mueve».