El gobierno de los Estados Unidos ha despejado el camino para una venta considerable de armas a la Royal Dutch Air Force (RNLAF), en la que se presenta la venta de cohetes aéreos AIM-20C-8 avanzados. Esta operación, con un valor de aproximadamente $ 570 millones, se realiza bajo el programa de Saals Militares (FMS) de Forduese y recientemente fue anunciado por el Ministerio de Asuntos Exteriores al Congreso para su aprobación.
A partir de septiembre de 2024, el RNLAF alcanzó una capacidad operativa completa con su flota de cazadores de sigilo F-35A, que marcó una transición histórica mientras retiró su avión F-16 después de 45 años de servicio. El gobierno holandés está investigando la expansión de su flota F-35 a 58 unidades como parte de un plan de inversión militar más amplio de un total de $ 2.7 mil millones.
Los cazadores F-35A juegan un papel crucial en las misiones de vigilancia del aire en la región de Benelux y son una parte integral de las operaciones de la OTAN, incluida la participación potencial en la estrategia de deterioro nuclear de la alianza. Además, varios F-16 retirados han sido transferidos a Ucrania, facilitados por el Centro Europeo de Entrenamiento F-16 en Rumania, donde los pilotos ucranianos reciben capacitación además de sus controladores de la OTAN.
Los detalles de la Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa (DSCA) indican que los Países Bajos han mostrado interés en adquirir un máximo de 232 AIM-120C-8 Air Ratrachets avanzados de aire medio (AMRAAM) de los Estados Unidos, con RTX Corporation identificada como el contratista principal para el acuerdo. El paquete extenso también incluirá varios elementos de soporte logístico, que incluyen secciones de control de reserva, misiles de capacitación, contenedores, repuestos y documentación técnica esencial. Además, la capacitación del personal y el soporte técnico también formarán parte de la adquisición.
La comunicación oficial enfatiza que esta venta propuesta se adapta a la política exterior y los objetivos de la seguridad nacional, y enfatiza el papel en el fortalecimiento de la seguridad de un compañero vital de la OTAN. Está destinado a mejorar la capacidad de los Países Bajos para prevenir las amenazas aéreas actuales y futuras, para que sus posibilidades de combate aéreo sigan siendo modernas y confiables.
Este desarrollo subraya el uso continuo de ambos países para fortalecer la cooperación militar y mejorar la estabilidad regional en Europa.