En un desarrollo notable con respecto a la búsqueda de acusaciones de fraude hipotecario contra la fiscal general Letitia James en Nueva York, el abogado estadounidense interino del Distrito Este de Virginia, Erik S. Siebert, renunció. El despido llega a la directiva del presidente Donald Trump, quien expresó a Siebert el deseo de dejar su posición.
En un correo electrónico enviado a colegas, Siebert pensó en su mandato de ocho meses y declaró: «He tenido el placer de liderar a los mejores y más excepcionales empleados del DOJ en los últimos ocho meses, que le dan a nuestra nación y nuestra comunidad de Edva profundamente». Su papel incluyó la supervisión de la investigación sobre el posible fraude hipotecario contra James, quien fue un crítico vocal de Trump.
Trump criticó a Siebert públicamente durante una conferencia de prensa e insistió en ella: «Lo quiero», cuando se le preguntó sobre su opinión sobre el servicio continuo de Siebert. Los sentimientos del presidente corresponden a la presión de su administración para presentar acusaciones contra James. Sin embargo, la preocupación había surgido entre los fiscales federales con respecto a la viabilidad del caso como resultado de pruebas insuficientes para garantizar una condena para el tribunal, según dos altos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
El Ministerio de Justicia se ha negado a comentar sobre el tema, al igual que la oficina de Siebert. Sin embargo, la insatisfacción de Trump con Siebert llevó a comentarios duros contra los senadores demócratas Tim Kaine y Mark Warner de Virginia, quienes habían recomendado a Siebert para el nombramiento. Durante sus comentarios de la Oficina Oval, Trump se burló de los senadores como «dos tipos malos» que sus votantes no fueron abandonados.
En respuesta a la renuncia de Siebert, los senadores Kaine y Warner emitieron una declaración conjunta en la que se adoptó la reubicación. Describieron a Siebert como un «fiscal público ético» que no había presentado una queja contra los oponentes de Trump sin una base objetiva. Hicieron hincapié en que el Distrito Este de Virginia debería dar prioridad a la justicia por encima de los caprichos de un presidente «delgado» que está buscando represalias.
La prolongada hostilidad de Trump hacia James se ilustró más el mes pasado cuando un Tribunal de Apelaciones de Nueva York fue una sentencia significativa sobre el fraude civil contra él, que había sido alimentado por su oficina. El ex presidente calificó a James un «truco político» y la acusó de lanzar el caso exclusivamente para obtener ganancias políticas.
El despido de Siebert no es un incidente aislado, porque la administración Trump ha investigado previamente los reclamos de fraude hipotecario contra varias personas consideradas oponentes políticas, incluida Lisa Cook de la Junta de la Reserva Federal. Cook ha tenido que lidiar con acusaciones similares, que han sido remitidas al Ministerio de Justicia por un Departamento de Trump depositado por Trump, aunque ha retenido su inocencia.
Mientras se desarrolla esta historia, las implicaciones del despido de Siebert y el tratamiento de la investigación sobre James a la vanguardia del discurso político, en particular a la luz de las tensiones continuas entre el gobierno de Trump y sus críticos.