Un estudio reciente en el que se compara la satisfacción de la vida en 25 países de la UE, revela diferencias significativas basadas en geografía, factores socioeconómicos y demografía. Dirigidos por investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega, el análisis sugiere que las personas que son jóvenes, femeninas, bien educadas, que trabajan y viven en ciudades más grandes en los países prósperos de la UE un alto nivel de satisfacción con la vida.
Los resultados indican que incluso entre las personas sin trabajo o educación formal, la vida en una ciudad más grande en los países nórdicos de la UE se correlaciona con una mayor satisfacción en comparación con las circunstancias comparables en otras regiones de la UE. El profesor Fredrik Carlsen de NTNU enfatiza las diferencias sombrías en los niveles de satisfacción y señala que países nórdicos como Suecia, Finlandia y Dinamarca se ubican notablemente más altos.
En los estados de bienestar, la demografía específica, como los ancianos, las mujeres y las familias con niños, informan una mejor calidad de vida. El modelo nórdico parece reducir los efectos adversos del desempleo y los desafíos relacionados con la edad, respaldados por sistemas de bienestar sólidos que aseguran un nivel de vida razonable para todos los ciudadanos. Los sistemas de negociación efectivos entre los sindicatos, los empleadores y las autoridades también desempeñan un papel crucial en el apoyo a diferentes grupos de población, incluidos los de los soportes salariales más bajos.
De hecho, el estudio identifica una tendencia relevante para las personas solteras en los países del norte, que parecen hacer desafíos que no son tan comunes en los países del sur de la UE. Aquellos que viven solos tienen menos apoyo y pueden luchar con sentimientos de aislamiento, porque su sencillo está asociado con niveles de satisfacción más bajos en estas regiones.
Los investigadores utilizaron datos recopilados de más de un millón de encuestados de 15 años o más, con la ayuda de ideas de las encuestas del europarómetro realizado entre 2010 y 2019. Este extenso análisis quería responder preguntas críticas sobre condiciones de vida óptimas basadas en grupos de población, investigaciones sobre cómo los diferentes factores como el género, el estado civil y la educación influyen en la calidad de vida experimentada.
El cambio de las industrias tradicionales dominadas por hombres a los sectores de servicios en países más ricos ha abierto nuevas oportunidades para las mujeres, en particular algunas mujeres capacitadas que florecen en entornos urbanos. Sin embargo, este cambio estructural no se traduce necesariamente en una mayor felicidad para todas las personas, porque los estudios sugieren que la satisfacción de la vida varía mucho, incluso en contextos prósperos.
A medida que las sociedades se esfuerzan por reducir las diferencias en el nivel de vida, estos hallazgos ofrecen ideas esenciales en las que la demografía requiere un mayor apoyo. Se alienta a los responsables políticos a considerar los diversos factores que influyen en la satisfacción de la vida en las zonas urbanas y rurales y, al mismo tiempo, reconocen los desafíos únicos de los grupos específicos.
En conclusión, el estudio subraya la importancia de la comprensión localizada de la felicidad y la satisfacción a medida que evolucionan los trastornos sociales. Al final, se justificó una investigación adicional para investigar la compleja interacción de los factores económicos, culturales y sociales que influyen en el pozo de los ciudadanos en toda Europa.