En una entrevista reciente, el vicepresidente JD Vance confirmó su fuerte actitud contra la izquierda después del asesinato de Charlie Kirk, una figura influyente en los círculos conservadores. Vance enfatizó que la Primera Enmienda no debería proteger a las personas que celebran la trágica muerte de Kirk haciéndola enfrentar con consecuencias profesionales. Criticó a los profesores universitarios que, según los informes, esperaban la ruina de Kirk, sugirió que deberían considerar el riesgo de perder sus empleos, especialmente si confían en la financiación del contribuyente.
Vance articuló su convicción de que aunque el gobierno no puede abordar todos los bueyes de discurso dañino directamente, la sociedad civil puede responder a estos incidentes. Expresó la satisfacción en el testigo de una indignación generalizada contra aquellos que consideraron el asesinato de Kirk como merecido, e insistió en que tal comportamiento debería tener consecuencias. Sus comentarios vienen en medio de un contexto más amplio en el que la administración investiga los métodos para investigar a las organizaciones de izquierda que lo acusan de incitar a la violencia.
El vicepresidente señaló las discusiones dentro de la administración con respecto a las redes financieras que supuestamente apoyan lo que él describe como violencia de izquierda. Vance afirmó que los individuos o grupos de violencia estimulan la violencia sobre la base de los desacuerdos políticos pueden enfrentarse al tratamiento que estaría relacionado con las organizaciones terroristas. Junto con la declaración del presidente Donald Trump, sus comentarios fueron clasificar a Antifa, un movimiento antifascista, como una entidad terrorista. Las declaraciones de Vance reflejan la afirmación de Trump de que la violencia se asocia principalmente con los radicales de ala izquierda, de modo que la idea se rechaza de que tanto el extremismo de ala izquierda como derecha son amenazas equivalentes.
Cuando presionó los llamados de los líderes democráticos para un discurso más moderadamente público, Vance estuvo de acuerdo, pero argumentó que aquellos de la izquierda primero deberían evaluar sus propias acciones y retórica. También reveló que fue el primero en informar a Trump sobre la muerte de Kirk, quien describió la sombría reacción del presidente y piensa sobre el papel central de Kirk en su viaje político.
Finalmente, en respuesta a una pregunta sobre el próximo juicio contra Tyler Robinson, el sospechoso acusado del rodaje de Kirk, Vance, indicó que se transmitió el apoyo al proceso en televisión, lo que sugiere que podría ser favorable para la transparencia pública.