La preocupación por la duda de vacunas entre las familias en los Estados Unidos está aumentando porque las encuestas recientes indican que un número considerable de padres elige posponer o omitir las vacunas recomendadas para sus hijos. Según los hallazgos, aproximadamente el 60% de las familias eligen no seguir el programa de inmunización estándar.
La Dra. Simone Wildes, especialista en enfermedades infecciosas en HealthSouth, trataba de estas preocupaciones en ciernes durante una discusión reciente. Las cifras específicas muestran que el 9% de los padres pospusieron o se saltaron la vacunación de sarampión, paperas y rubéola (MMR), con porcentajes similares para otras vacunas, incluida la DTAP (Diferie, Tétanus y tos ferinas) y poliovaccinas, que también vieron 9% y 7%, respectivamente.
Las razones detrás de esta duda son una combinación de riesgos observados e información incorrecta sobre las vacunas. El Dr. Wildes enfatizó que muchas familias están influenciadas por la preocupación por los posibles efectos adversos relacionados con las vacunas. Además, un ambiente venenoso de desconfianza con respecto al sistema de atención médica está complicando el proceso de toma de decisiones para los padres.
Según el Dr. Wildees, los graves riesgos para los niños. Ella enfatizó que posponer estas inmunizaciones puede exponer a los niños a infecciones graves durante las etapas críticas de desarrollo cuando son particularmente vulnerables. Las consecuencias de estas enfermedades pueden variar desde complicaciones de salud a largo plazo hasta resultados graves, incluida la muerte.
El Dr. Wildes alienta fuertemente a las familias a adherirse al horario establecido de vacunación y afirma que no hay ventaja en posponer las vacunas. Su mensaje subraya la importancia de las vacunas, no solo para la salud personal, sino también para el pozo de la comunidad.
La encuesta también señaló que muchos padres que dudan están motivados por el miedo a los efectos secundarios o una desconfianza profundamente arraigada de los gobernantes de salud. Para abordar estas preocupaciones, el Dr. argumentó Wilden por un diálogo abierto y educación sobre la seguridad de la vacuna. Ella aseguró al público que vacunan las pruebas y el monitoreo rigurosos. Aunque algunos efectos secundarios leves son habituales, las posibles consecuencias de conectar las enfermedades que ocurren pueden ser mucho más graves.
En conclusión, el mensaje de los expertos en salud es claro: la vacunación sigue siendo una de las estrategias más efectivas que están disponibles para proteger la salud de los niños y para proteger a las comunidades en su conjunto. La preocupación por la seguridad de la vacuna debe abordarse mediante discusión informada y capacitación en lugar de evitar.