Los científicos en Japón han hecho un descubrimiento pionero con respecto al asteroide de la Tierra Ryugu, lo que sugiere que el agua líquida una vez fluyó a través de su interior. Esta revelación se deriva del análisis de muestras que regresaron por la misión Hayabusa2 a la Tierra, que tuvo lugar entre 2018 y 2019. Las muestras, recolectadas en diciembre de 2020, revelaron irregularidades químicas inesperadas que indican la presencia histórica de agua corriente en el asteroide.
Ryugu, que mide unos 3000 pies de ancho, gira el sol en un camino que a menudo cruza la órbita de la tierra durante los 474 días. Aunque no es una amenaza inminente de colisión, la NASA ha clasificado su considerable tamaño y proximidad como «potencialmente peligroso».
Según el estudio publicado en la revista Nature el 10 de septiembre, los investigadores detectaron signos de actividades acuáticas mantenidas en los materiales de Ryugu. «Descubrimos que Ryugu conservaba un registro virgen de la actividad del agua», dijo Tsuyoshi Iizuka, geoquímica de la Universidad de Tokio y el principal autor del estudio. Señaló que también hay «evidencia de que los líquidos se movieron a través de sus rocas», que describen los hallazgos como una «verdadera sorpresa».
Este avance provino de un análisis de isótopos raros de Lutetium (Lu) y Hafnium (HF) que se encuentran en las muestras. Los investigadores investigaron la disminución de LU-176 en HF-176 y calcularon la relación entre los dos isótopos. Querían determinar la edad de las muestras basadas en la vida media de LU-176. Sin embargo, encontraron una abundancia inesperada de HF-176, de la cual afirman ser explicados por el agua líquida antigua que una parte considerable de LU-176 se había lavado poco después de la formación de Ryugu.
Iizuka teorizó que la presencia de agua en Ryugu puede haber sido causada por un impacto en su maestro de padres más grande. Este impacto podría haber roto la roca y el hielo derretido, para que el agua líquida pueda penetrar a través de su estructura. Observaciones recientes del telescopio espacial James Webb (JWST) sugirieron que el asteroide matriz de Ryugu puede conectarse a Bennu, otro asteroide investigado por la misión Osiris-Rex de la NASA. A diferencia de Ryugu, sin embargo, las muestras de Bennu no han mostrado signos comparables de flujo histórico de agua.
Las implicaciones de estos hallazgos se extienden más allá de Ryugu. En vista del hecho de que Ryugu probablemente contenía agua líquida, los investigadores proponen que su asastoico padre podría haber mantenido helado durante más de mil millones de años después de la formación del sistema solar, de modo que supuestos más tempranos sobre cuánto tiempo pueden retener el agua.
Este estudio establece que los asteroides pueden haber jugado un papel mucho más importante en el suministro de agua a la Tierra que las estimaciones anteriores. Se cree que los efectos de tales cuerpos celestes han contribuido con la mayoría del agua de la Tierra en sus años de formación, y la nueva evidencia sugiere que estos efectos podrían haber podido entregar tres veces más agua de lo que se pensaba anteriormente.
Mirando hacia el futuro, el equipo de investigación planea investigar más a fondo las venas de fosfato en las muestras para refinar la datación de la corriente de agua en Ryugu. También planean analizar isótopos de Bennu para determinar si la firma de agua corriente del pasado también se revela.