Nuevos datos de la NASA han presentado una tendencia relevante con respecto al nivel mundial del mar, que en 2024 aumentó a una velocidad más rápida de lo previsto inicialmente. Los científicos climáticos se vieron abrumados por este aumento, lo que indica los efectos aceleradores del cambio climático en nuestro planeta. El aumento alcanzó 0.59 centímetros y superó el aumento esperado de 0.43 centímetros, lo que indica un cambio significativo en la dinámica que impulsa los cambios en el nivel del mar.
La contribución principal a este aumento inesperado es la expansión térmica, donde el agua de mar crece cuando se calienta. Este año, la expansión térmica fue buena para aproximadamente dos tercios del aumento general, lo que significa que el calentamiento global juega un papel creciente en el aumento continuo en el nivel del mar. Históricamente, una parte considerable del nivel del mar se atribuye a la fusión de glaciares y capas de hielo. Sin embargo, los datos recientes indican una transición en la que el calentamiento de los océanos es ahora un factor más importante.
Los hallazgos de la NASA ilustran la correlación entre el aumento de las temperaturas mundiales y la expansión del agua del océano. Mientras que la temperatura de la tierra continúa aumentando, los océanos absorben gran parte del exceso de calor, lo que conduce a una mayor expansión del agua de mar. Este proceso gradual aleja el enfoque de la fusión de la tierra, lo que subraya el impacto intensivo de los cambios oceánicos en el nivel del mar.
2024 se registró como el año más caluroso en la Tierra, lo que significa que la urgencia de las preocupaciones de la calefacción oceánica es la intensificación. El poder de los océanos para absorber el calor contribuye al aumento del nivel del mar, incluso sin contribuciones adicionales de hielo derretido. Este fenómeno forma riesgos sustanciales para las áreas costeras en todo el mundo, porque el aumento del nivel del mar conduce a un aumento de las inundaciones y la erosión, lo que amenaza tanto la infraestructura como los ecosistemas.
Los efectos de la expansión térmica no se limitan solo a las aguas superficiales. Las tormentas más fuertes, como los ciclones y los huracanes, intercambian las capas del océano y facilitan la mezcla de aguas de superficie cálida con aguas más frías y profundas. Esta mezcla vertical se acelera por los trastornos asociados con el fenómeno de El Niño. En consecuencia, el calentamiento del océano no solo aumenta el nivel del mar, sino que también hace predicciones sobre las tendencias futuras.
Las implicaciones para las comunidades costeras están en profundidad. Las áreas con poblaciones densas, como Miami y Nueva York, así como países de bajo y de baja altura, como las Maldivas, son particularmente vulnerables a los riesgos intensos de inundaciones y erosión. Además del daño físico, el nivel creciente del mar también amenaza los suministros de agua dulce, porque el agua salada puede penetrar en los acuíferos y poner en peligro el acceso al agua potable.
Además, el aumento de los ecosistemas marinos a nivel del mar, con océanos más cálidos que están vinculados a los blaxas de coral y los cambios en la biodiversidad. Estos cambios amenazan el equilibrio de los ecosistemas críticos y pueden influir significativamente en la pesca y el suministro de alimentos globales, lo que cambia hábitats para especies importantes.
El satélite Sentinel-6 de Michael Freilich de la NASA ha jugado un papel crucial en el monitoreo y documentación de estos cambios en el nivel mundial del mar. El satélite se lanzó en 2020 y es parte de una misión continua diseñada para seguir las alturas de la oferta marítima con alta precisión. Los próximos gemelos, Sentinel-6b, continuarán el trabajo crucial de proporcionar datos que aumentan nuestra comprensión del aumento de los niveles del océano.
Estas misiones externas, que comenzaron con Topex/Poseidón en 1992, han sido de importancia fundamental para registrar tendencias a largo plazo relacionadas con el aumento del nivel del mar. El flujo de datos continuo de estos satélites no solo ayuda a los científicos a anticipar cambios futuros, sino que también profundiza nuestra comprensión de los procesos interconectados detrás del calentamiento global y las implicaciones más amplias del cambio climático para el planeta.