En una semana crucial para los mercados financieros globales, los bancos centrales en economías importantes están listos para tomar decisiones críticas con respecto a las tasas de interés. El control se intensificará si Estados Unidos se prepara para su reducción de la primera clase desde que el presidente Donald Trump comenzó su segundo mandato. Se espera que este ajuste esperado sea un punto central en medio de los cambios en las políticas que influyen en una parte significativa de la moneda más negociada del mundo.
La orden de anuncios comienza con el Banco de Canadá, seguida por la Reserva Federal el miércoles y el Banco de Inglaterra al día siguiente. El Banco de Japón finalizará la semana y también proporcionará su actualización de política monetaria. Juntos, estos bancos centrales representan casi el 40% de la economía mundial, que marca un momento importante tanto para los participantes del mercado como para los responsables políticos.
Los antecedentes de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de esta semana refleja un punto muerto entre los requisitos de Trump para los costos de préstamo más bajos y el temor del presidente de la Fed, Jerome Powell, sobre la inflación que se alimenta por las tarifas. Las tendencias recientes en el mercado laboral, que muestran signos de debilitamiento, han alentado a muchos economistas a predecir una reducción en los trimestres, a pesar de las dudas sobre los datos económicos subyacentes que justifican tal movimiento.
Los analistas económicos han señalado que la tasa esperada esperada por la Fed está influenciada en gran medida por las expectativas del mercado y la presión política en lugar de la evidencia concreta de inflación y estadísticas de empleo. Los economistas esperan que la decisión de Powell sea un intento de proteger la independencia de la Fed a la luz de la presión política continua.
En otros lugares, también se espera que el Banco de Canadá y Noruega bajen sus tasas de mercado de banco con un margen similar y responda a modestas señales económicas. Por el contrario, el Banco de Inglaterra probablemente mantendrá su tasa actual después de una reducción en agosto, lo que enfatiza una distribución de sus funcionarios en la política monetaria futura. El Banco de Japón sigue comprometido con un camino de ajuste, aunque no se esperan cambios inmediatos.
La semana también contendrá varias versiones de datos críticos que pueden influir en las decisiones del banco central. En los EE. UU., Los datos minoristas se investigarán antes de la reunión de la tasa de la Fed, mientras que los reclamos desempleados arrojarán luz sobre la dinámica del mercado laboral. En Canadá se espera que la inflación aproveche aproximadamente el 2%, pero esto puede no evitar que el Banco de Canadá reduzca las tasas en medio de las cifras de tareas débiles.
Asia será testigo de una tendencia similar con numerosos informes económicos planificados, en particular de China, que proporcionarán información sobre la producción industrial y el rendimiento de la venta minorista después de la reciente lentitud. Además, se espera que el déficit comercial indio sea limitado, mientras que el Banco Central de Indonesia puede seguir un enfoque cauteloso después de una ola de disturbios sociales.
El contexto europeo contribuirá a la complejidad, mientras que el VK se está preparando para liberar datos de inflación justo antes de la reunión de políticas del Banco de Inglaterra. Las expectativas sugieren que la inflación debe permanecer estable, pero los matices en los índices del precio del consumidor pueden influir en las discusiones de políticas, en particular con respecto a las compañías de bonos del banco central. El Banco Central Europeo también organizará una conferencia que puede establecer el tono para futuras discusiones de política monetaria.
En África, varios bancos centrales celebrarán reuniones cruciales que pueden conducir a recortes en respuesta al enfriamiento de la inflación, con un enfoque especial en Sudáfrica y Ghana. En Latin -América, los indicadores económicos de Brasil estarán en el centro de atención, con las expectativas de un panorama económico menos dinámico.
Si bien los mercados se están preparando esta semana para las decisiones de varios bancos centrales, las consecuencias de estos cambios de políticas en todo el mundo resuenan, la reforma del sentimiento de los inversores y las predicciones económicas cambiantes para el resto del año. La interacción de los datos locales y la presión internacional ofrece un panorama económico complejo e interconectado que los responsables políticos deben navegar cuidadosamente.