En una larga colisión entre los Yankees de Nueva York y los Medias Rojas de Boston, Max Fried entregó una versión que hace que los fanáticos zumben de emoción. El juego, caracterizado por su rica historia de rivalidad, contenía el talento excepcional de Fried en la exhibición completa durante la primera entrada.
Desde el principio, Fried mostró su dominio en la colina, de modo que la multitud fue ejecutada con sus velocidades de bola rápida. Su lanzamiento original fue un cobertizo de zinc de 94.6 mph, que fue llamado por un golpe que estableció la pauta para lo que vendría. Después de esto, arrojó un Snijder de 95.6 mph, que apenas rozó el bate de Alex Bregman. Mientras continuaba, una bola rápida de 97.2 mph, que se llamaba pelota, precedió a una impresionante bola rápida de 98.8 mph, que impidió que Bregman respondiera. Este último lanzamiento no solo marcó uno de los más rápidos de la temporada de Fried, sino que también subrayó su notable control y calma bajo presión.
La atmósfera en el estadio era eléctrica, porque los fanáticos de ambos equipos en aplausos estallaron en el impresionante ponche de Fried Van Bregman. Su bola rápida, una mezcla de velocidad y precisión, no solo demostró sus capacidades, sino que también confirmó su estatus como uno de los lanzadores más formidables en las grandes ligas de béisbol. A pesar del hecho de que se enfrentó a los desafíos a principios de la temporada, el rendimiento de Fried lo ha hecho invaluable para la rotación de pitcheo de los Yankees.
El impacto del tono de Fried fue más allá de las estadísticas; Ha encapsulado la esencia del juego. La tensión de un bateador con un poderoso lanzador, la sensación de un ponche y el rugido colectivo de la multitud, mientras que el árbitro indica que la última huelga son momentos que resuenan profundamente con los fanáticos del béisbol.
Este juego no fue solo un capítulo en la legendaria rivalidad entre los Yankees y los Medias Rojas; Fue un escaparate de las habilidades de Fried que eleva la competencia y la emoción del enfrentamiento. Cada juego en esta rivalidad se considera una batalla épica, pero versiones como Fried’s se destacan en la memoria.
La excelencia de Fried en el Heuvel envía un mensaje atronador en toda la competencia: está en forma máxima y está listo para asumir cualquier desafío. Su actuación solidifica su papel como figura principal en la línea de lanzamiento de los Yankees durante los momentos críticos de la temporada.
Max Fried, un frasco estrella para los Yankees, se ha hecho un nombre para sí mismo, no solo por su velocidad, sino también por su versatilidad táctica en el campo. A los 29 años, el residente de Santa Mónica representa el pináculo del béisbol competitivo, haciendo olas con su combinación de diferentes campos y la capacidad de dominar a los bateadores. Su impresionante historial y actuación continúan convirtiéndolo en una piedra angular del éxito de los Yankees esta temporada.