Un estudio reciente realizado en el Departamento de Etología de Elte en Hungría ha revelado ideas fascinantes sobre cómo las personas, los perros y los cerdos procesan los sonidos vocales. Publicado en la revista Neuroimage, este estudio enfatiza las similitudes en los mecanismos cerebrales en estas tres especies, a pesar de estar separado por aproximadamente 90 millones de años de evolución.
Con la ayuda de grabaciones de EEG, los investigadores compararon la actividad cerebral de cualquier especie en respuesta a diferentes vocalizaciones. El estudio incluyó la exposición de temas humanos, perros y de cerdo a una serie de sonidos, incluidos suspiros y tos humanos, cobertizos para perros, longitudes de cerdo y sonidos ambientales no vocales, como agua de caída y máquinas de zumbido. Los electrodos EEG se colocaron cuidadosamente en la cabeza de cada participante para registrar reacciones cerebrales rápidas.
Los hallazgos indicaron un patrón de respuesta cerebral de dos pasos a los participantes. Al exponer a cada vocalización, el cerebro humano y de cerdo mostró una clara actividad en solo 200 milisegundos, una reacción que subraya la impactante de estos sonidos. Después de esto, se desarrolló un proceso de reconocimiento más complejo después de 300 milisegundos, cuando el cerebro comenzó a distinguir si la voz provenía de su propia especie. Este patrón de clasificación fue consistente para los tres tipos.
Es interesante que, a pesar de sus estrechas condiciones de vida con personas, perros y cerdos, no había predisposición al cerebro en comparación con las voces humanas. La ausencia de sensibilidad a las vocalizaciones humanas sugiere que estas posibilidades de procesamiento surgen de una vieja herencia de mamíferos en lugar de ser el resultado de la domesticación reciente. Según Lilla Magyari, profesora asociada de la Universidad de Stavanger y co-supervisor del estudio, esto es contrario a la suposición común de que la domesticación ha cambiado fundamentalmente la forma en que estos animales procesan las voces humanas.
La investigación subraya la naturaleza permanente de estos mecanismos cerebrales evolutivos, que antes de la divergencia de la especie antes de la divergencia. Como lo menciona el investigador postdoctoral Boglárka Morvai, el estudio ayuda a aliviar las estructuras neuronales involucradas en el reconocimiento de voz y sus implicaciones para comprender la comunicación entre las especies de mamíferos.
En particular, la metodología utilizada en la investigación fue innovadora y sin estrés. Ninguno de los animales fue entrenado, entumecido o modesto; En cambio, naturalmente participaron además de sus compañeros humanos. La investigadora principal Atila Andics enfatizó los beneficios de trabajar con animales confía en sus manejadores humanos, que establece que esta confianza permite a los investigadores descubrir mecanismos biológicos fundamentales que dan forma a la comunicación durante millones de años.
Este estudio abre nuevas puertas para la exploración científica en el campo de la comunicación y la cognición de los animales, lo que da información sobre la base evolutiva del lenguaje y la vinculación social en los mamíferos.