Una nueva investigación ha enfatizado las discrepancias significativas entre Australia y Europa en el campo del control fronterizo digitalizado, en el que los resultados indican que Australia asume un nivel relevante de confidencialidad que los derechos democráticos individuales podrían poner en peligro.
Un artículo escrito por el Dr. Louis Everuss de la Universidad del Sur de Australia ha identificado importantes diferencias en el tratamiento de las tecnologías de límites digitales entre las dos regiones. Aunque la detección biométrica, la evaluación automatizada de riesgos y las puertas inteligentes son cada vez más comunes en todo el mundo, la Unión Europea (UE) ha implementado sistemas más transparentes. El gobierno federal australiano, por otro lado, ofrece información limitada sobre cómo se utilizan los datos recopilados a través de los sistemas fronterizos.
El Dr. Everuss enfatiza que la Ley de Migración de 1958 otorga amplios poderes al Ministro de Inmigración, de modo que las decisiones se pueden tomar con una supervisión mínima. Esta legislación hace posible el uso de sistemas automatizados para tomar decisiones de visa vinculantes sin claridad con respecto al funcionamiento de estas tecnologías o el tipo de información que se recopila. «La digitalización cambia el control fronterizo en todo el mundo», señala, «pero la transparencia es crucial para proteger tanto los derechos individuales como la responsabilidad democrática».
La UE ha establecido un amplio marco legal para grandes sistemas fronterizos digitales, como el Sistema de Información de Visa (VIS) y el Sistema de Información Schengen (SIS). Estas regulaciones describen cómo se deben recopilar, almacenar y compartir los datos, así como los derechos que las personas tienen para acceder a su información. Es importante que esta información esté disponible públicamente y esté sujeta a la supervisión de las autoridades de protección de datos y las entidades judiciales dentro de la UE.
El Dr. Everuss señala que el enfoque de la UE integra obligaciones de transparencia en el diseño de sus sistemas fronterizos, lo que hace posible una mayor conciencia pública de los procesos de toma de decisiones. Por el contrario, los sistemas fronterizos digitales de Australia, como el entorno de servicio al cliente para el procesamiento de visas y el SmartGate en los aeropuertos, funcionan bajo un velo de investigación limitada. Los marcos de políticas existentes a menudo se editan o clasifican severamente, de modo que los australianos comprenden poco las herramientas digitales que influyen en las decisiones fronterizas. En algunos casos, los cuerpos de supervisión no han sido conscientes de los sistemas importantes.
El investigador argumenta que garantizar la transparencia en Borders es de vital importancia para la equidad y la confianza pública en las operaciones gubernamentales. «Sin reglas definitivas y responsabilidad», advierte al Dr. Everuss, «las tecnologías digitales corren el riesgo de socavar la justicia natural y erosionar la confianza del público».
Para mejorar la transparencia de sus sistemas fronterizos, el Dr. Everuss diferentes reformas:
1. Introducción de la legislación específica de las tecnologías de límites digitales, similares a las de la UE, para definir claramente su alcance y aplicación.
2. Divulgación pública de datos sobre los datos de los viajeros que fueron registrados durante el proceso fronterizo, de modo que los factores confidenciales como la raza, el origen étnico y la sexualidad están excluidos de las evaluaciones de inmigración.
3. Implementación de mecanismos amigables para el usuario para que las personas accedan y, si es necesario, para corregir su información personal.
En general, los hallazgos arrojan luz sobre la urgente necesidad de que Australia visite su política fronteriza digital, que tiene como objetivo traer los estándares internacionales de transparencia y responsabilidad.