Créditos: Phys.org
Los astrónomos en el Observatorio Pan-starrs en Hawai han descubierto un nuevo cuasi luna, designado «2025 PN7». Este descubrimiento, realizado el 2 de agosto de 2025, contribuye a una creciente selección de pequeños asteroides que se sabe que resuenan temporalmente con la órbita de la Tierra, aunque en realidad no están en un trabajo para el planeta.
Los resultados de la investigación se publicaron en el Notas de investigación del AASLos autores describieron las características orbitales de estos cuasi-moon recientemente identificados. Utilizando el sistema Horizons de JPL, además de las herramientas de Python, el equipo analizó los datos orbitales de 2025 PN7 y descubrió que ha estado en una cuasi órbita durante aproximadamente 60 años y se espera que permanezca en esta posición durante seis décadas más. Para comparación: el cuasi luna más conocido Kamo’oalewa tiene un trabajo esperado cerca de la tierra de unos 381 años, mientras que la vida útil de 2025 PN7 es de aproximadamente 128 años.
El concepto de raíces cuasi-satélites de 1991, cuando los astrónomos identificaron VG por primera vez, inicialmente especulado como una sonda interestelar. El estudio reciente explica que más de tres décadas después, ahora se reconoce generalmente que estos objetos son fenómenos naturales que forman un cinturón de asteroides secundario en el área orbital del sistema lunar de la Tierra, una categoría llamada clase dinámica de Arjuna. Los autores aclaran que aunque tanto los mini-mons como los cuasi-moon comparten similitudes, los mini-mons están dirigiendo temporalmente la tierra, mientras que cuasi-mons, como 2025 PN7, parecen hacer esto solo.
En total, actualmente hay siete cuasi-mons conocidos, incluyendo 164207 Cardea (2004 GU9), 469219 Kamo’oalewa (2016 HO3), 277810 (2006 FV35), 2013 LX28, 2014 OL339, 2023 FW13 y ahora, 2025 Pn7. La posibilidad de una investigación futura puede descubrir cuasi-satélites o mini millas adicionales, lo que fortalece la importancia de monitorear estos objetos cercanos a la tierra para la defensa planetaria y los esfuerzos futuros potenciales en el espacio, incluida la minería de asteroides.
Si bien los astrónomos continúan estudiando a estos compañeros celestiales, las implicaciones para comprender el entorno dinámico de la tierra y el sistema solar más amplio se están volviendo cada vez más importantes.