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Etiopía ha inaugurado oficialmente la presa más grande de África, un hito importante destinado a fortalecer la economía del país, reducir los cortes de energía frecuentes y apoyar la transición a vehículos eléctricos. El Gran Renaissance -Dam, ubicado en el río Blauwe Nile Zij cerca de la frontera de Etiopía con Sudán, marca una actuación monumental cuando el agua comenzó a fluir a través de sus turbinas durante una extensa ceremonia en la capital, Addis Abeba.
Las celebraciones estallaron en la ciudad, con los lugareños vestidos con una reunión de ropa tradicional animada para ver el evento en grandes pantallas. El ambiente estaba lleno de música y danza enérgicas y enfatizó la sensación de orgullo y rendimiento que sintieron muchos etíopes. «Tendremos suficiente energía para cargar nuestros vehículos eléctricos desde la presa de Nieuwe», señaló Belay Tigabu, un conductor de autobuses en la estación de autobuses más importante de Addis Abeba.
Se espera que el proyecto de casi $ 5 mil millones genere más de 5,000 megavatios electricidad, lo que significa que la capacidad nacional de Etiopía se duplica efectivamente. El primer ministro Abiy Ahmed enfatizó el significado de la presa y lo describió como una demostración de lo que los países africanos pueden lograr cuando están unidos. Sus sentimientos fueron reflejados por varios líderes africanos que asistieron al evento, muchos de los cuales mostraron interés en importar electricidad generada por la presa.
Salva Kiir, presidente de Sudán del Sur, anunció planes para firmar un acuerdo con Etiopía para obtener acceso a la electricidad del nuevo proyecto que podría mejorar los servicios en hospitales y escuelas. Del mismo modo, el presidente de Kenia, William Ruto, expresó la intención de su nación de establecer un acuerdo de venta de energía con Etiopía, para ilustrar un impulso más amplio para la conectividad energética continental como se describe en la visión de la Unión Africana.
La presa del Gran Renacimiento, sin embargo, está rodeada de controversia, en particular en relación con Egipto, quien teme que redujera el flujo de agua del Nilo amenazará su seguridad del agua. El gobierno egipcio ha expresado su preocupación de que la presa sea una «amenaza existencial», alegando que Etiopía ha violado el derecho internacional al no consultar adecuadamente con países eléctricos antes de la construcción.
En respuesta a este miedo, los países vecinos del primer ministro Abiy aseguraron que Etiopía no quiere dañarlos: «Le aseguro que Etiopía nunca eliminará su parte legítima. El hambre de nuestros hermanos en Egipto, en Sudán o en otro lugar también es nuestro hambre. Tenemos que estar de acuerdo y crecer».
La inauguración de la presa no solo ha creado un sentido de orgullo nacional, sino que también se considera un paso transformador en la dirección de mejorar la infraestructura y la estabilidad. Yabsira Misganw, una estudiante universitaria de 20 años, enfatizó el impacto de la electricidad estable en las empresas y los servicios, y señaló: «La nueva presa ofrecerá electricidad estable y mejorará los servicios en línea». La presa del Gran Renacimiento es un catalizador potencial para el crecimiento económico, la cooperación regional y el desarrollo de la energía en el corazón de África.