Los astrónomos han realizado un avance significativo en el estudio de la formación del planeta al detectar líneas de emisiones de hidrógeno de un protoplanet recientemente identificado, ab aigurae B, que se ha observado dentro del disco protoplanetario. Este descubrimiento se produce en un momento en que se han confirmado más de 6,000 exoplanetas desde las primeras detecciones en 1995. La búsqueda para comprender la formación y evolución de estos diversos cuerpos planetarios, especialmente cómo son como la tierra, es un desafío, especialmente cuando se trata de observar inmediatamente los planetas jóvenes en la acción.
AB Aigurae B, observado debido a las características pronunciadas, se detectó utilizando el objeto múltiple del espectrógrafo Muse sobre el telescopio muy grande (VLT). El equipo de investigadores, incluidos los miembros del Centro de Astrobiología en Japón y la Universidad de Texas en San Antonio, identificó la emisión como un signo de acumulación masiva, un proceso en el que el protoplanet recolecta material del disco circundante. Hasta este punto, tales observaciones espectroscópicas detalladas del crecimiento masivo solo se alcanzaron con el sistema PDS 70, que alberga otras protoplanetas jóvenes.
Las emisiones de hidrógeno recientemente detectadas en la posición de Ab Aur B mostraron un perfil P Cygni invertido, una firma que generalmente se asocia con estrellas jóvenes que son material en crecimiento. Esta función marca a Ab aur B como el único protoplanet observado que muestra tales emisiones mientras todavía está incrustado en su disco, lo que lo hace particularmente notable. Los descubrimientos anteriores de emisiones similares se limitaron a PDS 70 B y C, que están en diferencias de disco, lo que enfatiza la singularidad de la situación de Ab aur B.
El protoplanet, que es aproximadamente cuatro veces la masa de Júpiter y está a una distancia de 93 unidades astronómicas (AU) de su estrella, presenta un misterio a los modelos de formación planetarios existentes. La formación de un planeta tan masivo a tal distancia de su estrella plantea preguntas sobre el concepto tradicional de migración planetaria, lo que indica que estos gigantes pueden formarse a través de la inestabilidad de la gravedad dentro del disco protoplanetario, un proceso que aún no se ha observado en nuestro sistema solar.
Con las posibilidades avanzadas del espectrógrafo Muse, el equipo de investigación pudo lograr una alta resolución espacial y distinguir claramente las emisiones tanto del protoplanet como del disco circundante. El estudio arroja luz sobre los procesos que juegan en sistemas planetarios jóvenes y abre nuevas formas de comprender la dinámica de la formación de planetas en varios entornos del universo. Las implicaciones de este estudio se extienden mucho más lejos que el caso específico de Ab Aurigae B, que enriquece nuestra comprensión general de los sistemas planetarios.