Después de una prolongada ausencia de roles de combate activos como resultado de pérdidas considerables para las tropas rusas, los drones Bayraktar TB-2 operados por las fuerzas armadas ucranianas hacen un notable regreso al campo de batalla. Informes operativos recientes indican que estos drones de fabricación turca se han utilizado en misiones de huelga, en particular contra los activos militares rusos a lo largo de la costa del Mar Negro.
En una operación dirigida el miércoles pasado, la Armada ucraniana informó que destruye un bote rápido de la flota rusa del Mar Negro. Supuestamente, este barco trató de transportar una unidad en el aire al istmo tenderro, lo que resultó en la eliminación de siete miembros de la tripulación y otros cuatro heridos. Esta operación sigue a casos anteriores en los que los drones Bayraktar TB-2 se usaron efectivamente para entrar en amenazas marítimas, incluido un pequeño barco cerca del puerto de Zaliznyi, donde las municiones guiadas neutralizadas.
El renacimiento actual en la actividad de los drones marca una sombría salida de fases anteriores del conflicto, cuando estos aviones no tripulados a menudo se usaban en ataques directos contra diversos objetivos, incluidos suelos y barcos blindados. Después de una serie de grandes pérdidas como resultado de los sistemas avanzados de defensa aérea rusa y la guerra electrónica, los TB-2 de Bayraktar fueron asignados principalmente a misiones de vigilancia en áreas operativas secundarias, dejándolos fuera del alcance de las defensas rusas modernas.
Curiosamente, Ucrania había comenzado a usar los drones Bayraktar TB-2 para misiones de huelga, incluso antes del comienzo de la invasión rusa en 2022. Su historia operativa data de octubre de 2021 cuando se usaron contra las tropas separatistas en la región de Donbas. Sin embargo, los informes en 2023 enfatizaron una creciente amenaza de sistemas de defensa rusos avanzados, incluidos los sistemas Pantir-S1, BUK y TOR, que eran riesgos significativos para estos drones relativamente más grandes y lentos.
Los analistas enfatizan que el regreso del Bayraktar TB-2 depende de la humillación de las defensas aéreas rusas a través de aviones de combate tripulados con cohetes y toboganes anti-rayos AGM-88. Esta ventaja táctica ha hecho posible el regreso de las operaciones de drones en áreas que anteriormente están saturadas con activos de defensa aérea. La variada geografía de Ucrania, en particular en las zonas montañosas y costeras, también ha ayudado a las operaciones de drones al limitar la colocación efectiva de los sistemas anti -aviones.
Además, Ucrania ha fortalecido sus capacidades operativas con el establecimiento de una fábrica doméstica para la producción de drones Bayraktar TB-2, lo que mejoró la resistencia y la posibilidad de complementar las unidades en las peleas. A medida que el conflicto continúa, las capacidades y estrategias en evolución del ejército ucraniano, incluido el regreso de la guerra de drones, sugieren una dedicación renovada para usar estos activos avanzados para combatir los esfuerzos militares rusos.