El martes en un tribunal de Los Ángeles, Katy Perry tomó el puesto en una compleja batalla legal que corrió alrededor de una exuberante mansión de $ 15 millones en Montecito, California. Durante su testimonio de una hora, Perry se centró en la ‘justicia’ en medio del interrogatorio de un abogado que era el ex propietario de la mansión, Carl Westcott, quien afirma que era mentalmente incompetente cuando vendió el edificio a Perry y su entonces compañero, Orlando Bloom, en 2020.
La disputa actual proviene de la demanda de Westcott centrada en revertir la venta, como resultado de la cual se solicitó el gerente comercial de Perry, Bernie Gudvi, por los ingresos de alquiler perdidos y los costos de mantenimiento extensos en relación con la propiedad. La primera prueba terminó en 2023 a favor de Perry y Gudvi. Sin embargo, esta segunda prueba ha albergado las tensiones, especialmente porque se desarrolla en julio poco después de la separación de Perry y Bloom.
Las respuestas de Perry a las preguntas sobre sus posibles ganancias financieras del proceso se midieron cuidadosamente. Aunque abandonó para mencionar sus intereses financieros afirmativos, señaló explícitamente: «Perderé dinero si no funciona para mi ventaja». Cuando se insistió en detalles específicos con respecto a su renovación de la casa de campo, ella describió su papel como un «socio y asesor» para Bloom.
La dinámica de la sala del tribunal cambió cuando el abogado de Westcott, Andrew J. Thomas, trató de hacer conexiones entre el testigo de Perry y Bloom, cuya participación el juez consideró innecesario para el procedimiento. El abogado de Perry, Eric Rowen, a menudo se opuso a la interrogación de Thomas, especialmente cuando se aventuró en los asuntos de Bloom. Las tensiones se intensificaron cuando Perry fue interrogada sobre la salud mental de Westcott, quien condenó a Rowen como una táctica poco ética dirigida a la sensacional materia sensacional para la atención de los medios.
Durante su testimonio, Perry mantuvo una atmósfera de calma, incluso compartiendo un momento ligero cuando explicó su comentario anterior sobre circunstancias personales aclaradas y humorísticas: «¡No, embarazada!» Su nombre legal, presentado durante el procedimiento como Katheryn Elizabeth Hudson, sacó unas risas en una sala de audiencias que se centró fuertemente en las serias implicaciones de esta disputa legal.
A medida que avanza el juicio, se espera que tome otros dos días, por lo que el juez Joseph Lipner sirve como el único tomador de decisiones, porque no hay jurado involucrado en este caso. El testigo de Perry llega después de su extensa carrera, que ha visto otras controvertidas confrontaciones legales, incluido un caso notable con un monasterio y una demanda sobre su número de éxito ‘Dark Horse’.
Con los antecedentes de su actual gira internacional y sus nuevos lazos románticos con el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau, las complicaciones legales de Perry se suman a su personalidad pública ya zumbando. Las complejidades de este caso y sus implicaciones para Perry y Bloom pueden evolucionar considerablemente en los próximos días a medida que el tribunal continúa sus procedimientos.