El ambicioso objetivo del gobierno federal australiano de entregar 1,2 millones de casas nuevas bajo el Acuerdo Nacional de Vivienda para 2029 ha causado un debate significativo con respecto a la viabilidad e implicaciones de dicho objetivo. Esta iniciativa está destinada a aliviar los desafíos urgentes en el campo de la vivienda con el que se enfrentan muchos australianos, especialmente las personas más jóvenes que tienen dificultades para ingresar al mercado inmobiliario y han enfrentado inquilinos con costos crecientes.
A medida que las negociaciones se intensifican entre las partes interesadas en la vivienda y el Ministro de Vivienda, hay preguntas sobre los sacrificios que pueden hacerse al seguir una construcción rápida. El propósito de «construir más casas se acumula más fácilmente» enfatiza una tensión entre la velocidad y la calidad, una consideración que no se puede pasar por alto.
La preocupación por las prácticas de construcción apresuradas no es nueva, pero se plantean cuando los objetivos agresivos se persiguen sin marcos de planificación tan sólidos. Aunque reducir los obstáculos burocráticos puede parecer una forma efectiva de abordar la escasez de viviendas, esto corre el riesgo de anclar los errores sistémicos. Un informe de la Junta de Registro de Victoria Architects indicó que las limitaciones de tiempo y las medidas de ahorro de costos proporcionan a los contribuyentes principales a los errores de construcción. En consecuencia, las casas mal construidas pueden requerir reparaciones costosas o, en casos severos, una demolición directa. El trágico fuego de la Torre Grenfell sirve como un recuerdo sombrío de las graves consecuencias que pueden surgir cuando las medidas de seguridad se ven afectadas en la prisa por completar los proyectos.
El proceso de construcción Una casa incluye mucho más que solo construcción; Incluye varias fases críticas, incluidos planes de zonificación, adquisición de tierras y planificación de infraestructura. Una evaluación reciente realizada por el Consejo Nacional de Suministros y Asequibilidad de Vivienda ha establecido que varios de estos pasos tienen un efecto adverso en el stock de viviendas, en particular las inspecciones de bienes de adquisición de tierras y productos de desarrollo. La infraestructura también juega un papel crucial: los nuevos vecindarios dependen de servicios públicos y sistemas de transporte adecuados para crear comunidades sostenibles. Los errores en esta área están claramente en lugares como Melbourne, donde los sistemas de transporte tienen dificultades para ponerse al día durante décadas de viejas decisiones de planificación.
Además, incluso si se aceleraron los procesos de aprobación, Australia representa una considerable escasez de trabajo en el sector de la construcción. El informe de productividad de los Maestros Builders 2024 observó en la última década una disminución en la productividad del 18%, con estimaciones de una creciente escasez de mano de obra que varían de 80,000 a posibles altas de 480,000 empleados para 2026. El desafío se extiende más allá del número; Los comerciantes calificados, como los electricistas y los fontaneros, son esenciales, y las tasas de finalización actuales de la pasantía siguen siendo frustrantemente bajas, lo que significa que muchos recién llegados no están listos para satisfacer la demanda en el futuro cercano.
La disponibilidad de material dificulta la situación. Una inversión gubernamental de $ AU300 millones en silvicultura puede iluminar algunas necesidades de madera, pero los materiales críticos como el acero y el concreto ya están bajo una presión considerable. Sin la gestión proactiva de materiales, los proyectos corren el riesgo de retrasarse en el horario e inflar los costos, socavando el objetivo de viviendas asequibles.
Los marcos regulares para la construcción en Australia también se consideran insuficientes. Muchos constructores solo tienen calificaciones básicas, a menudo con supervisión asignada a los inspectores que están abrumados. Esta falta de estándares profesionales robustos puede conducir a una calidad inconsistente y riesgos considerables. Aunque existen técnicas de construcción modernas, como la prefabricación, son necesarias regulaciones efectivas para garantizar que estas innovaciones no pongan en peligro la seguridad o la calidad.
Para lograr con éxito sus objetivos de vivienda, es esencial una planificación anterior extensa. Esto incluye evaluaciones comunitarias detalladas para determinar las capacidades de crecimiento sostenible y para alinear el desarrollo de la infraestructura con las necesidades de la población. La planificación de los empleados debe tratarse como una prioridad, con incentivos, no solo para atraer a los estudiantes, sino también para apoyar sus viajes de calificación completos. La supervisión profesional mejorada también es de vital importancia para garantizar que los constructores involucren ingenieros y arquitectos calificados para mantener los estándares de construcción.
Aunque existe una urgencia tangible en torno a la asequibilidad de los hogares, es crucial no solo ver las casas como puntos de datos o compromisos políticos, sino como espacios integrales donde las familias y las comunidades prosperan. Las medidas de prisa, como congelar el bouwcode nacional, pueden alentar a los desarrolladores a cortar esquinas, lo que finalmente conduce a casas que son insostenibles, desconectadas o incluso inseguras.
Lograr el ambicioso objetivo de vivienda requerirá una estrategia a largo plazo, que prioriza la calidad y la integración de la comunidad por encima de la mera velocidad de construcción. Tomarse el tiempo para construir infraestructura, apoyar transacciones capacitadas e implementar una planificación conciencia, creará comunidades sostenibles en lugar de soluciones temporales, lo que finalmente beneficiará a los australianos durante años.