A medida que los equipos de la NFL se acercan a la fecha límite crucial para cortar sus rejillas a 53 jugadores, el costo emocional de liberar atletas pesa mucho en los entrenadores. A las 4 p.m. EDT Martes, más de 1.100 jugadores se enfrentan a la dura realidad para dejarlo ir. Este proceso, que ya está en marcha, a menudo es mencionado por los entrenadores como el aspecto más desafiante de su trabajo.
El entrenador en jefe de los Buffalo Bills, Sean McDermott, expresó en la empatía profunda por los jugadores y atrajo paralelos a sus propias experiencias como padre. «Se rompe en mi corazón», compartió. McDermott enfatizó la dedicación y los esfuerzos que los jugadores invierten en su profesión y enfatizan su gratitud y deportividad. «Estos muchachos son buenos y son ganadores», dijo, y notó que aunque el rendimiento es la clave, las lecciones de la vida a menudo trascienden el juego en sí. Él aseguró a los jugadores que sus cualidades garantizarían el éxito futuro que va más allá del fútbol.
Los entrenadores que se enfrentan a una gran cantidad de talento en posiciones específicas se enfrentan a algunas de las decisiones más difíciles. El carácter competitivo de un equipo bien complicado complica la selección, como lo señaló el entrenador en jefe de Tampa Bay Buccaneers, Todd Bowles. «Si te conviertes en un buen equipo, los recortes se vuelven más difíciles», explicó. Pensó en la dificultad de informar a un jugador que su tiempo en la competencia con ese equipo terminó. Bowles recordó que aunque significa un revés, no coincide con el final de la carrera de un jugador, porque pueden surgir oportunidades en otro lugar.
Los equipos tienen la opción de mantener a los jugadores en sus equipos de práctica, con un máximo de 16 jugadores, incluido un máximo de seis veteranos con experiencia ilimitada. Esta configuración proporciona flexibilidad y ofrece una ruta de regreso a una selección activa si los jugadores eliminan las exenciones.
El entrenador en jefe Demeco Ryans de Houston Texans expresó sus propias luchas durante la pérdida de programación este año y señaló una gran cantidad de talento. «Probablemente sea lo más difícil que será», admitió, y enfatizó el desafío de mantener un equipo competitivo mientras quería mantener artistas fuertes. Los Ryans enfatizaron un enfoque en la retención en lugar de la exclusión, lo que refleja la realidad conmovedora de tomar decisiones difíciles, mientras que el valor que cada jugador aporta para la organización se reconoce.
A medida que los equipos completan sus rejillas, las consecuencias emocionales de estas decisiones resuenan durante toda la competencia, lo que repite el concepto de que el viaje en el fútbol es a menudo tan importante como el juego en sí.